Enfoques

Disfrazan caza ilegal con marfil de mamut

Activistas de Hong Kong denuncian que comerciantes aprovechan el marfil de mamut para vender marfil de elefante, el cual es ilegal al ser producto de la caza furtiva. 

En el distrito Sheung Wan de Hong Kong, justo frente a una popular tienda departamental, Ming Hing Arts inauguró una tienda donde vende palillos, pulseras, estatuas de Buda y otros artículos hechos de marfil.

Ofrece algo para todos los bolsillos: una escultura tallada del Rey Mono de la clásica novela "Viaje al Oeste" te costará 371 mil dólares (2.88 millones de dólares hongkoneses), pero puedes comprar un palillo de dientes por menos de 5 dólares (38 dólares hongkoneses).

Parte del marfil proviene de elefantes. ¿Te preocupa la menguante población de paquidermos de África? No hay problema: Ming Hing también ofrece artículos tallados en marfil del extinto mamut lanudo recuperados de la tundra ártica. En la vitrina de la tienda hay un colmillo de mamut de 90 centímetros de largo, tuyo por sólo 242 mil dólares (1.88 millones de dólares hongkoneses).

A medida que el cambio climático derrite el permacongelamiento en el norte, la capa de hielo permanente en los niveles superficiales del suelo, hay más disponibilidad de colmillos de mamut para los comerciantes de marfil de Hong Kong.

En los primeros años de la década de 2000, China importaba un promedio anual de menos de 9 toneladas de marfil de mamut desde Hong Kong, pero entre 2007 y 2013 las importaciones anuales promedio aumentaron a 31 toneladas.

El valor de las importaciones de marfil de mamut a Hong Kong promedió 129 mil dólares por tonelada en 2010; el año pasado se disparó a más de 283 mil dólares.

La creciente popularidad de los colmillos de mamut ofrece la oportunidad de consumir marfil sin sentimientos de culpa. Hace 25 años entró en vigor una prohibición global sobre el comercio internacional de marfil procedente de elefante, aunque los comerciantes podían seguir vendiendo su inventario existente.

Para un ojo inexperto, hay poca diferencia entre las mercaderías talladas en marfil de elefante y el de mamut, por ello los activistas temen que algunos comerciantes estén disfrazando la venta ilegal del material procedente de elefantes asesinados en África por cazadores furtivos, detalla Frank Pope, jefe de operaciones de Save the Elephants, una organización británica que opera en Kenia.

Ming Hing Arts declinó comentar para este texto; la boutique cuenta con licencia para comerciar marfil de elefante.

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Algunos vendedores afirman vender marfil de mamut, pero no es cierto; en realidad están vendiendo marfil de elefante...


Hong Kong, la meca del comercio mundial de marfil, tenía 111.3 toneladas de marfil de elefante autorizadas para uso comercial en 2014, el último dato disponible del Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación del gobierno; la cifra es inferior a las 121.1 toneladas de 2010.

Elizabeth Quat, miembro de la legislatura de Hong Kong, dice que la ciudad sigue siendo un "epicentro del comercio ilegal" de marfil de elefante traficado por cazadores furtivos.

Ella busca una prohibición temporal de todas las ventas de marfil africano en lo que el gobierno encuentra una forma más eficaz para vigilar el comercio; el 10 de febrero durante una conferencia de prensa, pidió una prohibición en toda China.

La creciente presencia del marfil de mamut enturbia aún más el mercado, señala Alex Hofford, jefe de campaña en Hong Kong para el grupo que combate la caza furtiva WildAid, que ha reclutado a la retirada estrella de la NBA Yao Ming como uno de sus embajadores en China continental.

Cualquier persona que compre marfil de elefante en Hong Kong tiene prohibido cruzarlo al otro lado de la frontera con China, pero Hofford dice que los turistas continentales a menudo compran palillos de marfil como recuerdos.

"Los palillos nunca están hechos de marfil de mamut", dice Hofford. "Son siempre de elefantes."

El activista dice que algunos distribuidores emiten certificados que identifican falsamente la procedencia del marfil como de mamut. Sería una estratagema plausible, pues hay una enorme cantidad de objetos de marfil de mamut a la venta en las tiendas de Hong Kong.

Quat dice que cerca del 90 por ciento de los minoristas locales que venden marfil no tienen a la vista la certificación o licencia que los autoriza a venderlo, como exige el gobierno, así que es difícil saber si su inventario es de marfil legítimo, previo a la prohibición de 1990, o si se trata de contrabando proveniente de elefantes recién muertos.

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"Realmente no sabemos si lo que están vendiendo es legal"
, apunta Quat, quien teme que los comerciantes "revuelvan el marfil ilegal del mercado negro con el legal".

Por otra parte, el Secretario de Medio Ambiente, Wong Kam-sing, declaró ante los legisladores el 11 de febrero que ya existe "un estricto sistema regulatorio para controlar la importación, la reexportación y la venta interna de marfil". Por lo que "en la actualidad no existe ningún plan para prohibir todo el comercio de marfil".

Pero Quat insiste en que el gobierno tiene que trabajar más duro para informar a los turistas que hay un lado negativo cuando compran un recuerdito de marfil para llevar de vuelta a casa.

Tenemos que educar a la gente a no comprar marfil en absoluto. Si no hay demanda, no habría ninguna matanza

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