Financial Times

'Paradoja de la pobreza' acecha a una Amazonia rica en recursos

La selva amazónica representa el mayor activo natural de América Latina y cuenta con una enorme riqueza de recursos. Sin embargo, se ha convertido en el blanco de debates entre el desarrollo económico, la sustentabilidad y la creación de áreas naturales protegidas. 

En las semanas previas a las elecciones de Brasil en octubre, los candidatos presidenciales del país discutieron por todo, desde la inflación y la inversión extranjera hasta las guarderías y las tasas de homicidios. Sin embargo, uno de los temas estuvo notablemente ausente en el debate: la selva amazónica.

Imazon, un instituto de investigación, dice: "La región es excepcional en términos de recursos naturales y de su importancia ambiental,  representa alrededor de un tercio de los bosques tropicales del mundo, es el hogar de la mayor cuenca hidrográfica del planeta y es rica en recursos minerales y en potencial hidroeléctrico". Y añade: "Aún así, los debates no tocaron el [problema de] la Amazonia".

No es de extrañarse que los políticos a menudo se mantengan al margen del tema.

Si bien la región es el mayor activo natural de Brasil y de América Latina, también se enfrenta a muchas demandas conflictivas y, como tal, representa uno de los mayores desafíos del continente.


El Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), en el poder desde 2003, ha puesto grandes áreas de selva tropical bajo protección federal para tratar de prevenir la deforestación y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del país.

PROTEGIENDO EL AMAZONAS

En octubre, el gobierno creó la última reserva, Alto Maues, un área de 6 mil 680 kilómetros cuadrados de bosques en su mayoría intactos.

Sin embargo, incluso las áreas protegidas siguen siendo vulnerables, ya que es muy difícil supervisar esas vastas áreas de la selva y garantizar que se respetan las reglas. El año pasado, la deforestación de la Amazonia en Brasil aumentó por primera vez desde 2008, un aumento de 29 por ciento.

Por otra parte, la protección de la selva amazónica no sólo depende de las medidas adoptadas dentro de la propia región.

Los aumentos de la productividad en terrenos despejados más al sur también son vitales para que el país pueda cumplir con sus objetivos de producción de alimentos sin sacrificar otras partes de la selva tropical en el proceso, explica Elísio Contini, investigador de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA).

La lucha de Brasil contra la deforestación también tiene una dimensión social importante. La cuenca del Amazonas no sólo contiene algunas de las especies más vulnerables del mundo, sino también las familias más pobres de Brasil, lo cual representa un gran dilema para el gobierno.

ABUNDANCIA DE RECURSOS Y POBREZA ECONÓMICA

Si bien Brasil, que es el hogar de más del 60 por ciento de la Amazonia, se encuentra bajo intensa presión internacional para proteger la región, también se encuentra bajo presión interna para llevar el desarrollo a la mayoría de sus estados remotos.

"Esta paradoja de la pobreza en el medio de las mayores reservas de riquezas naturales del mundo ha demostrado ser insostenible", escribe Judson Valentim, otro investigador de la EMBRAPA.

"Como resultado de ello, esta región ha estado en el centro del debate en torno al desarrollo sostenible, llamando la atención de los investigadores, responsables políticos y sociedad civil a nivel local, nacional e internacional", continúa.

En el sector privado, compañías como Natura han aprovechado al máximo la percepción del riesgo del desarrollo de la Amazonia a través de encontrar una manera de convertir el desarrollo sostenible en un proceso rentable.

La compañía de cosméticos, que cotiza en bolsa, obtiene muchos de sus ingredientes de las aldeas en lo profundo de la selva amazónica, y trabaja con científicos, ONG, universidades y agricultores para descubrir otros nuevos.

GANADERÍA AMAZÓNICA

La producción de carne de res es un elemento central en la problemática relación entre los recursos naturales y agrícolas de Brasil.

Se incrementó seis veces entre 1950 y 2006, convirtiendo al país en uno de los principales exportadores mundiales de carne de res. Para el año 2019, se espera que represente hasta el 30 por ciento del mercado mundial de la carne de res.

Aunque la mayor producción de carne de res entre 1950 y 1975 fue en gran parte el resultado de un aumento de las zonas de pastoreo del país, desde entonces el crecimiento se ha logrado mediante una mayor productividad, dice el Profesor Contini.

En la práctica, esto no sólo significa la cría de más animales por kilómetro cuadrado, sino también la búsqueda de formas de mejorar la calidad y cantidad de la carne.

Si bien muchas de estas iniciativas dependen de la inversión del gobierno, el sector privado ha estado jugando un papel cada vez más importante, dice el Profesor Contini.

Sin los aumentos de la productividad entre 1950 y 2006, hubiera sido necesario crear un estimado de 525 millones de hectáreas de zona de pastoreo para alcanzar los niveles de producción de carne de res del año 2006, dice el Profesor Contini, y añade que en la década entre 1996 y 2006, los aumentos de la productividad en la industria de la carne de res salvaron un estimado de 73 millones de hectáreas de la Amazonia.

La tasa de deforestación en la Amazonia sigue siendo alarmante, pero esos aumentos de la productividad, junto con esfuerzos más directos para detener la tala ilegal han jugado un papel crucial en la batalla, al menos, de disminuir el ritmo de destrucción de los recursos más ricos de la región, dicen los analistas.

Aunque la agricultura a través de la expansión de pastizales representa uno de los mayores riesgos para la Amazonia, los grupos que presionan por la protección de la Amazonia también representan potencialmente una de las mayores amenazas para la expansión de la industria de la carne de res – una industria que es vital para la economía del país.

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