Financial Times

La principal amenaza al acuerdo del TLCAN es... Trump

La postura del presidente de EU ante los funcionarios canadienses está empantanando las negociaciones con miras a alcanzar un acuerdo trilateral.

Los negociadores comerciales de EU y Canadá hicieron todo lo posible el viernes por la tarde para asegurar que un acuerdo sobre el TLCAN permaneciera sobre la mesa, incluso conforme anunciaron un descanso de cinco días en las negociaciones.

Entonces, el sábado, mientras Washington estaba cautivado por el funeral de John McCain, Donald Trump, el presidente de EU quien no fue invitado a asistir al servicio, arremetió contra sus vecinos del norte en Twitter.

"¡No deberíamos tener que comprar a nuestros amigos con malos tratos comerciales y protección militar gratuita!", escribió Trump. "No hay necesidad política para mantener a Canadá en el nuevo acuerdo del TLCAN. Si no podemos llegar a un trato justo para EU después de décadas de abuso, Canadá quedará fuera del acuerdo. El Congreso no debería interferir con estas negociaciones o simplemente acabaré con el TLCAN por completo y nos irá mucho mejor".

La diatriba de Trump fue un recordatorio de los riesgos que enfrenta el acuerdo —conforme se acerca la reanudación de las conversaciones el miércoles—comenzando con los impulsos impredecibles del hombre en la Oficina Oval.

Aunque los funcionarios canadienses han aprendido a rechazar las fanfarronadas de Trump, su falta de moderación puso de relieve cómo el camino hacia la negociación, el acuerdo y finalmente la aprobación del TLCAN por el Congreso de EU está plagado de trampas, ofreciendo pocas esperanzas de que la incertidumbre sobre el comercio en América del Norte se resuelva próximamente.

Aunque Trump llegó a un acuerdo con México para renovar el TLCAN la semana pasada, aún no está claro si Canadá estará en condiciones de unirse. La ruptura en las conversaciones la semana pasada se produjo en medio de las persistentes diferencias sobre las reglas comerciales que rigen la agricultura — especialmente el proteccionismo canadiense de su industria láctea—, así como desacuerdos sobre las regulaciones que rigen las disputas comerciales y de inversión.

La grandilocuencia de Trump, que los analistas dicen tiene la intención de presionar a Canadá y demostrarle a su base política que es un duro negociador, hará que sea más difícil acabar con el estancamiento. En lo que respecta a la leche, por ejemplo, los funcionarios canadienses enfrentan cada vez más llamados de su industria doméstica y de los políticos locales para mantenerse firmes, especialmente en la provincia francófona de Quebec, que está celebrando elecciones en octubre.

En los últimos días, los negociadores de los tres países se han dado cuenta de que negociar un trato puede no ser la parte más difícil, ya que la aprobación del Congreso en EU podría convertirse en un gran obstáculo.

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