Financial Times

El cuento de hadas de Swarovski

La firma de cristalería es mundialmente conocida por sus piezas de joyería; sin embargo, no es lo único que hace. Actualmente patrocina eventos y películas, pues calzó a la última Cenicienta de Disney con una zapatillas adornadas por sus famosos cristales.

Al escuchar Swarovski se piensa en cristales brillantes. Pero hoy Swarovski es tan multifacética como las piezas por las que es famosa. Sólo este año, la marca ha patrocinado a Savage Beauty, el show de Alexander McQueen en el V&A; puesto en marcha un espectáculo de luces en su tienda en Las Vegas; decorando el lugar de celebración de los Premios de la Academia; y patrocinado el Bafta.

Ahora Swarovski calzó a Cenicienta con sus zapatillas de cristal para la película de Disney. "¿Has visto una foto?" exclama Nadja Swarovski, de 45 años, una Swarovski de tercera generación y presidenta del consejo de administración de la marca. "Tuvimos que trabajar en el talón un par de veces sólo para que sea el ángulo y la altura adecuada", dice del par de zapatos de 2 kilogramos, actualmente expuesto en Leicester Square para promocionar la película.

En total, se utilizaron 1.7 millones de cristales en el vestuario. Para la escena del baile, Swarovski proporcionó 150 tiaras, y los 10 mil cristales que tachonan 24 capas del vestido iridiscente de la Cenicienta. "Las cristales Swarovski son un ingrediente clave para añadir brillo, profundidad y color a mis trajes", dijo el multiganador del Oscar y director de vestuario Sandy Powell, quien trabajó con la marca para dar su destello a Cenicienta. 

Estas asociaciones han hecho brillar sus las ventas. El brazo de cristalería de la compañía ahora atribuye el 80 por ciento de sus ingresos anuales a las ventas de joyería, un enorme salto desde el 20 por ciento, en 1995, cuando la Sra Swarovski llegó a la marca. Ahora más de los dos tercios de los 3 mil millones de euros de ingresos anuales del Grupo Swarovski, que incluye a Tyrolit y Swareflex.

"Aunque tenemos el monopolio de piedras de joyería, esto nunca ha afectado a la marca", explica. Fue un encuentro casual entre su padre y la estilista Isabella Blow, quien identificó las gemas rebosantes de su bolsillo como "cristales de Swarovski", lo que cambió su actitud. La relación de Swarovski con la moda se consolidó aún más en 1999, cuando la Sra Swarovski prestó apoyo financiero a Alexander McQueen y fundó el Colectivo de Swarovski. El colectivo ofrece a los diseñadores cristales libres y la oportunidad de competir por un premio de 25 mil euros. María Katrantzou, quien Swarovski ha apoyado durante 10 temporadas, dice, "Sus cristales y perlas son la clave para elevar mis diseños a un nuevo nivel de lujo."

Este año, la marca, que celebra 120 años, lanzará una línea de joyería fina. La colección de 60 piezas se inspira en los Alpes, la ubicación de la fábrica de Swarovski, y su museo Kristallwelten, segundo destino turístico más visitado de Alemania, Austria, esta tierra de cuento de hadas en el Tirol es reabrir en abril después de la expansión: hasta ahora, las zapatillas de cristal no están incluidas con el precio de la entrada al cine.

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