Financial Times

Alphabet apunta a ser el conglomerado más importante del siglo

La reciente reestructuración de Google en la sociedad empresarial de inversiones en tecnología, Alphabet, demuestra que la empresa tiene como objetivos los grandes mercados tecnológicos en expansión como lo autos sin conductor, la biotecnología y los drones.

Si Wall Street realmente estaba preocupado por los hábitos derrochadores de Google, el aumento del precio de las acciones posterior a su mágica transformación del lunes en la sociedad empresarial de inversiones en tecnología Alphabet fue una extraña forma de demostrarlo.

La reciente transformación de Google en la sociedad empresarial de inversiones en tecnología, Alphabet, demuestra que la empresa tiene como objetivos los grandes mercados tecnológicos en expansión como lo autos sin conductor, la biotecnología y los drones. 

Esta reforma formalizó lo que el director ejecutivo Larry Page ha estado diciendo desde hace algún tiempo: que Google tiene como sus principales objetivos los grandes mercados tecnológicos en expansión, como el de los automóviles sin conductor, los vehículos aéreos no tripulados y la biotecnología. La transformación de Google en conglomerado — en el que las búsquedas y otros negocios de Internet son solamente un brazo operativo entre muchos otros — es una estructura para el largo plazo.

Si los inversionistas tenían alguna duda antes, entonces éste fue un mensaje claro de que el dinero que salía de los negocios de Internet de la compañía está disponible para apoyar el plan más ambicioso del mundo de la tecnología, conforme el sr. Page intenta construir el conglomerado más importante del siglo XXI.

Esto podría parecer una receta para una estrategia de inversión más agresiva — justo lo que los inversionistas del mercado de valores habían temido, puesto que Google ha invertido su excedente de efectivo en sus grandes y nuevos planes. Sin embargo, después de un período de bajo rendimiento que se remonta a principios del año pasado, las acciones de Google subieron más del 5 por ciento en las operaciones en el mercado postventa después de la noticia.

No obstante, Wall Street tiene sentimientos encontrados. La metamorfosis de Google en Alphabet se considera una señal de que el sr. Page y el cofundador Sergey Brin están finalmente listos para enfrentar algunas de las cuestiones que han estado preocupando a sus inversionistas a pesar de que, en vista de ello, existe el riesgo de que los cambios puedan provocar el efecto contrario. Para una compañía que ha sido famosa por evitar a Wall Street en el pasado, lo sucedido podría hacer de éste un punto de inflexión en su historia financiera.

Una de las preocupaciones ha sido la falta de divulgación del desempeño de los diferentes negocios de Google. Sin eso, Wall Street no ha podido saber realmente cómo es el desempeño de sus operaciones básicas de Internet conforme adopta cada vez más un mundo que gira alrededor de los teléfonos inteligentes, o cuánto dinero se está invirtiendo en los grandes y nuevos planes, incluyendo los automóviles sin conductor, los vehículos aéreos no tripulados para entregas de paquetería y los termostatos inteligentes para el hogar.

El lunes Google dijo que comenzaría a publicar resultados de su negocio principal de forma separada, a partir del cuarto trimestre de este año. Pero eso no satisface totalmente a Wall Street. Por ejemplo, aún será imposible saber cómo le va a YouTube, o cuánto gana Google con la publicidad gráfica.

Aún así, ese mínimo gesto del lunes hacia una mayor divulgación provocó una respuesta entusiasta por parte de los inversionistas.

Si, como algunos analistas creen, el margen de beneficio operativo del negocio principal de Google es de más del 60 por ciento — en comparación con la cifra de aproximadamente el 40 por ciento que reporta actualmente después del efecto del gasto en nuevos negocios — contribuiría a reforzar la confianza.

En segundo lugar, Wall Street ha estado presionando a la compañía para que explique sus inversiones más detalladamente. Dado que el gasto de capital está en alza, y los costos pesan sobre sus márgenes globales, existen dudas sobre su disciplina financiera. La designación este año de la directora financiera Ruth Porat, quien había ocupado el mismo puesto en Morgan Stanley, ya había aumentado las esperanzas de un enfoque más riguroso.

No hubo detalles en las noticias del lunes para indicar cómo — o incluso si — las políticas de asignación de capital de Alphabet podrían diferir de las del antiguo Google.

Aun así, el simple hecho de la separación de las diferentes operaciones en una estructura de sociedad empresarial eventualmente obligará a Google a dar razón por separado de cada uno de sus negocios, argumentaron los analistas.

Algunos en Wall Street ven mucho más en la reorganización. La separación de los negocios de Google en una sociedad empresarial es el tipo de situación que puede conducir finalmente a la ruptura de una compañía, dijo David Garrity, analista de GVA Research.

"La gente ve esto y enseguida piensa: 'empresas derivadas'," dijo.

Este mensaje no contó con la aprobación universal en el mundo de la tecnología. La renuencia de Google a adoptar las convenciones normales de las compañías públicas puede haber frustrado a Wall Street, pero ha sido considerada una señal de su enfoque firme en el largo plazo. Como resultado, cualquier indicación de que se estuviera adaptando al estilo financiero fue irritante para algunos.

Sin embargo, según el director ejecutivo de Google, una estructura corporativa más relajada facilitaría el logro de las ambiciones de Google, no lo obstaculizaría.

En una entrevista con el FT el año pasado, el sr. Page argumentó que los proyectos "moonshot" (proyectos ambiciosos a menudo sin beneficios a corto plazo) de la compañía son negocios independientes, no partes de un todo integrado. Argumentó que los muchos nuevos negocios de Google no deben ser considerados parte de un gran plan único para recopilar datos y venderle más publicidad al mismo grupo de clientes.

Como mínimo, éste es un mensaje que puede ayudar a Google a combatir las crecientes preocupaciones sobre su cada vez mayor poder empresarial y la amenaza a la privacidad personal.

Sin embargo, conforme Alphabet emerge, y se hace evidente la magnitud de las ambiciones de Google, también existe el riesgo de que termine teniendo exactamente el efecto contrario.

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