Reuters
Volvo, el segundo mayor fabricante de camiones del mundo, reportó ganancias y órdenes mucho más débiles que las previstas luego de que los costos y el reacondicionamiento de sus plantas por la puesta en marcha de una amplia gama de nuevos camiones pesaron sobre los resultados del tercer trimestre.
La compañía sueca, que compite por el liderazgo del mercado con la alemana Daimler, informó que las ganancias operativas estructurales cayeron a 2 mil 500 millones de coronas (392.9 millones de dólares) frente a los 3 mil 480 millones de coronas que reportó un año atrás, muy por debajo del pronóstico esperado de 3 mil 340 millones de coronas.
El mayor empleador del sector privado en Suecia se encuentra en medio de su mayor puesta en marcha de nuevos modelos de camiones, un proceso que ha generado grandes costos para realinear su producción.
En un contexto de un incremento a corto plazo de la demanda en Europa antes de la introducción de normas más estrictas de escapes de motores a finales de año, la renovación de Volvo llega en un mal momento.
"El cambio a los nuevos productos tardará otro par de trimestres", señaló el presidente ejecutivo de Volvo, Olof Persson.
"En el corto plazo, la rentabilidad se ve afectada por un nivel elevado de costos ligado a todos los lanzamientos, el cambio a nuevos productos y el hecho de que actualmente estamos produciendo tanto la antigua como la nueva generación de productos", agregó.
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