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Vicepresidente de Samsung sale de prisión

Un tribunal de Corea del Sur informó que Jay Y. Lee tendrá libertad condicional durante cuatro años, tras ser acusado de sobornos.

Un tribunal de apelaciones de Corea del Sur liberó este lunes al vicepresidente de Samsung Electronics, Jay Y. Lee, tras suspender su condena por sobornos, medida sorprendente que suscita dudas sobre la capacidad del Gobierno para reformar las corporaciones más poderosas del país.

El heredero del conglomerado más grande del país había apelado su condena, reducida a dos años y medio por el tribunal este lunes. Lee estará en libertad condicional durante cuatro años, afirmó el tribunal.

Hasta el mismísimo Lee, de 49 años, parecía sorprendido. Se puso de pie y miró a su alrededor con la mirada vacía tras la lectura del fallo y, cuando salió caminando de la sala, estaba sonrojado. Había estado detenido durante casi un año.

Pero el fallo encaja en un patrón familiar: con los años, el padre de Lee y otros ejecutivos de empresas surcoreanas fueron juzgados por corrupción pero recibieron sentencias en suspenso.

"Tenemos un nuevo presidente, pero la 'República de Samsung' sigue viva", aseguró Kwon Young-june, profesor que investiga el sistema de gobierno de las empresas en la Universidad Kyung Hee de Seúl.

"Es alarmante observar que prosigue la práctica de dejar que los jefes de los chaebol obtengan sentencias en suspenso".

Escándalo

Lee era la figura empresarial de más alto perfil involucrada en una investigación por sobornos que derribó a la expresidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, y avivó el resentimiento contra los chaebol con buenos contactos en el país.

En un principio, los fiscales pidieron 12 años para Lee y sostuvieron que esto ayudaría a afirmar el Estado de derecho en un país que está reviendo los lazos entre Gobierno y empresas.

Park fue destituida por el Tribunal Constitucional y reemplazada por Moon Jae-in, que prometió contener a los 'chaebol', conglomerados familiares que dominan la economía.

"Es una auténtica decepción", detalló en un comunicado Park Yong-jin, miembro de la Asamblea Nacional por el partido de Moon. "Una vez más, confirmamos que Samsung está por encima de la ley y la Justicia".

Un tribunal de Seúl había condenado a Lee por regalarle caballos purasangre a una confidente de Park con la esperanza de obtener apoyo del Gobierno para una fusión que lo ayudaría a ascender a la cima de la empresa.

Lee negó haber cometido delitos y apeló la sentencia original diciendo que nunca buscó destronar a su padre de la presidencia de Samsung Electronics.

A Choi Gee-sung, expresidente de estrategia corporativa de Samsung, y el expresidente Chang Choong-ki, condenados a cuatro años de prisión cada uno, también se les dejaron en suspenso las condenas.

El tribunal afirmó que no se trataba de un ejemplo típico de la "relación íntima entre la política y las empresas" y agregó que no había evidencia de que los acusados hubiesen solicitado u obtenido beneficios por ofrecerle un soborno a Park.

Esta, destituida en marzo y en otro juicio por acusaciones de corrupción y abuso de poder, niega haber solicitado sobornos para sí misma o su amiga. Su confidente, Choi Soon-sil, destinataria del caballo, también rechazó las acusaciones.

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