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Uber discute en la Corte suspensión de licencia en Londres

La compañía inició una audiencia para mantener su permiso en esa ciudad inglesa y aseguró que sus conductores son autónomos, es decir, pueden laborar para otras aplicaciones o como taxistas.

Uber dijo este miércoles ante una Corte laboral de apelaciones de Reino Unido que sus conductores son trabajadores autónomos y no empleados con una relación de dependencia con derecho a determinados beneficios, menos de una semana después de que autoridades informaran a la empresa que perdería su licencia en Londres.

El año pasado, dos conductores reclamaron con éxito ante un tribunal que Uber ejercía un estricto control sobre ellos para permitirles brindar el servicio de taxi y que por lo tanto tenía responsabilidades en materia de derecho laboral.

En la audiencia de apelación de dos días que comenzó este miércoles, la empresa dijo que los conductores eran autónomos y que laboraban de igual modo que en firmas de taxis tradicionales.

Los trabajadores independientes sólo tienen cobertura básica de salud y seguro, pero los empleados acceden además a un salario mínimo, descanso y vacaciones pagadas, lo que aumentaría los costos de la compañía estadounidense en todo Reino Unido.

"La posición de los conductores que usan la aplicación es prácticamente idéntica a la de los conductores independientes (...) que operan bajo el auspicio de firmas de radiotaxis tradicionales", dijo Uber en su presentación ante la Corte.

Los radiotaxis, que surgieron en Reino Unido hace más de 50 años, no pueden ser tomados en las calles como los taxis tradicionales sino que se solicitan para un horario específico vía teléfonica o por internet.

Uber ha enfrentado varios problemas legales y regulatorios en todo el mundo, en medio de una fuerte oposición de los servicios tradicionales de taxis y preocupaciones de algunos organismos de control.

El servicio de transporte privado estadounidense ha tenido que retirarse de varios países, como Dinamarca y Hungría, y está luchando por poder seguir operando en la capital británica, uno de sus mercados más rentables.

El regulador Transport for London (TfL) anunció el viernes que no renovaría la licencia de Uber que expira este sábado porque su conducta planteaba riesgos a la seguridad pública. La empresa tiene 21 días para apelar y sus 40 mil conductores, un tercio del total de taxis de Londres, pueden seguir operando hasta el final del proceso judicial, que podría llevar meses.

La abogada de la empresa, Dinah Rose, dijo este miércoles que no haría declaraciones sobre la inminente pérdida de licencia de la firma en Londres, aunque señaló que "es bastante evidente por esa decisión que Uber está en lo cierto al señalar ante este tribunal las restricciones regulatorias bajo las que opera".

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