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Según productores canadienses, Trump tiene razón sobre el 'comercio injusto' de lácteos

Esto en respuesta a los comentarios del mandatario estadounidense en donde apuntó contra los aranceles que Canadá aplica a estos productos.

El procesador de productos lácteos más grande de Canadá ha expresado una opinión que probablemente sea impopular entre los agricultores del país: Donald Trump tiene razón.

Canadá debería considerar descartar su política lechera de Clase 7 para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos, dijo el máximo ejecutivo de Saputo, Lino Saputo Jr.

La política se implementó el año pasado y les abarata a los procesadores canadienses comprar suministros nacionales de leche ultrafiltrada, un ingrediente concentrado utilizado para aumentar el contenido de proteínas en el queso y el yogur. También ha bloqueado las importaciones de productos lácteos de Estados Unidos y creó un "desequilibrio increíble" en los mercados mundiales, aseguró Saputo.

"Entiendo la frustración del lado estadounidense y, francamente, creo que tienen todos los motivos para estar molestos. En las negociaciones del TLCAN, la eliminación de la Clase 7 ayudaría mucho a cerrar el tema de los lácteos", señaló el ejecutivo el lunes en entrevista telefónica desde Montreal.

Los comentarios de Saputo se producen solo una semana después de que el presidente de Estados Unidos apuntó contra el sistema lácteo canadiense, que es controlado por la oferta.

Al dejar la cumbre del Grupo de los Siete, Trump criticó los aranceles que Canadá aplica a los lácteos, los cuales llegan hasta el 270 por ciento en algunos productos, y los calificó de injustos para los agricultores de Estados Unidos.

La industria láctea se ha convertido en una de las mayores áreas de disputa a medida que aumentan las tensiones comerciales entre los dos países. Canadá se ha comprometido a defender su sistema lácteo controlado por la oferta -que no está cubierto por el actual acuerdo del TLCAN-durante las negociaciones.

La incertidumbre causada por las negociaciones comerciales le ha dificultado a Saputo decidir dónde poner capital, dijo Saputo.

Si bien la compañía no solicitará a Canadá que desmantele su sistema lácteo administrado por la oferta -que controla la producción igualándola con la demanda a través de cuotas y aranceles-, el país también quiere "quedarse con el pan y la torta" con la política de Clase 7, agregó.

El sistema ha excluido las importaciones de Estados Unidos y ha creado más lácteos sólidos en una industria que ya está lidiando con un excedente, mencionó el empresario.

"Hay que ceder en algo. La industria y los productores lácteos canadienses no pueden meter la cabeza en la tierra y pensar que saldremos intactos de esto", indicó Saputo.

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