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Software, la nueva estrategia corporativa de General Electric

El gigante industrial GE comienza a tener un enfoque más radical para hacer negocios, ya que no sólo quiere mejorar el funcionamiento de sus turbinas y motores, también quiere venderle esas herramientas a sus rivales.

Todos los años, por esta época, los directores de algunas de las mayores compañías industriales de Estados Unidos vuelan al sur de Florida para su cónclave anual.

Este año, uno creería que confundieron el condado de Longboat Key, en Florida con Silicon Valley, en California.

La palabra en boca de todos en las reuniones fue 'software': casi todos los presentadores hablaron de las formas en que se puede utilizar la tecnología para hacer que los motores de los aviones y las líneas de montaje sean más inteligentes y eficientes.

Algunos planes estaban más cocinados que otros, y el CEO de General Electric, Jeff Immelt, hizo el memorable comentario de que algunas de las estrategias digitales propuestas por sus compañeros presentadores eran pura m....a (no dijo nombres, pero en el original se refirió como B.S.).

Exabruptos aparte, hay una diferencia considerable en las maneras en que las compañías industriales están acercándose al 'Internet de las Cosas Muy Grandes' (Internet of Very Big Things), aún entre dos de los más importantes representantes: GE y United Tecnologies.

GE tiene el enfoque más radical. No solamente quiere ayudar a mejorar el funcionamiento de sus propias turbinas de viento y motores de reacción: también quiere venderle a sus rivales las herramientas para que ellos logren lo mismo.

El coloso industrial ha gastado más de mil millones de dólares para desarrollar la plataforma de software Predix, que estará en la nube, el cual, básicamente, es un sistema operativo parecido al Windows de Microsoft o al Android de Google.

La manera en que trabaja es recolectando flujos de información por medio de sensores en la maquinaria industrial y utilizando esa información para analizar el rendimiento de ese producto en específico y hacer predicciones sobre las tendencias futuras del mercado.

GE está apostando a que Predix lo ayudará a entrar en la lista de las diez principales compañías de software, junto con Oracle y SAP.


Ninguna otra empresa industrial está tratando de hacer algo parecido –o por lo menos no por el momento—y para cuando todos los demás se pongan a su ritmo, GE podría estar años luz más adelantado.

La mayoría de sus pares están aún en la etapa de desarrollar estrategias digitales internas para sus propios productos.

United Technologies entra en este grupo; Greg Hayes,CEO de la empresa, declaró: "no venderemos software. Eso no es a lo que se dedica UTC. Nosotros vendemos soluciones tecnológicas a nuestros clientes".

Es una distinción terminológica sutil, pero alude a una gran discrepancia en los modelos de negocio. Los comentarios de Hayes muestran que él ve la tecnología como un complemento a lo que United Technologies ya hace, en vez de un negocio en sí, como GE.

No queda completamente claro qué tan fácil sería aplicar el plan de GE. La pregunta más importante será si puede lograr que sus rivales manufactureros confíen lo suficiente como para delegar su control de operación de gestión de datos a otra empresa.

El negocio digital de GE generó ingresos por 5 mil millones de dólares el año pasado y está en camino a obtener por lo menos 6 mil millones en 2016. Para 2020, GE Digital podría representar hasta el 25 por ciento de las ganancias de la empresa, de acuerdo con Nick Heymann de la empresa William Blair.

Y vaya que es rentable. Con base en las ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT, por sus siglas en inglés), los márgenes de la parte del software podría estar dentro del rango de 50 por ciento, dijo Heymann.

En contraste, la unidad de aviación de GE –actualmente la más rentable—tuvo un margen de operaciones de 24 por ciento en el último trimestre.

Mirando los números surge la pregunta de si United Technologies debería estar pensando más seriamente en desarrollar una plataforma de software propia, lo que significaría crecimiento en ingresos y aumentos en la rentabilidad que la empresa se estaría perdiendo, en momentos en que ambos son difíciles de conseguir para las compañías industriales.

La realidad podría ser que Hayes tiene muchos otros problemas de los que preocuparse –desde gestionar el lanzamiento de un nuevo motor de reacción, hasta recuperar la participación de mercado en el sector de los ascensores o hacer crecer las ganancias— y no puede darle prioridad en este momento a la construcción desde cero de un negocio de software.

Pero una oportunidad que se pierde puede ser una oportunidad que otro gana.

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