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El sector empresarial aseguró que de nada sirve tener una banca sana si mantiene bajos niveles de financiamiento en México, por lo que se "necesita con urgencia" una reforma financiera para abrir el acceso al crédito a micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
En el documento semanal de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el presidente del organismo, Juan Pablo Castañón, dijo que en materia de banca de desarrollo es necesario un sistema nacional de garantías para Pymes, así como el fortalecimiento de las instituciones no bancarias.
Sostuvo que la reforma financiera puede ser la herramienta acertada para contrarrestar las señales de desaceleración de la economía, que los empresarios "vemos con mucha preocupación".
Es indispensable hacer el uso más eficiente posible del crédito productivo, aprovechando que se tiene un sistema bancario sano, como en pocos países, con un nivel de capitalización de 16.5%.
Porque "de poco nos sirve hoy contar con una banca sana y bien capitalizada. En México, en los últimos años, el financiamiento interno al sector privado como porcentaje del Producto Interno Bruto ha sido el equivalente a 26.2% del PIB, según datos de la propia Secretaría de Hacienda", refiere.
Lo anterior sitúa al país por debajo del promedio de América Latina, que es cercano al 50%, o de Chile, que está muy cerca de 100% de los países de la OCDE, que en promedio reciben financiamiento equivalente al 150% del PIB.
En tanto, continúa, la banca de desarrollo es un área de oportunidad que urge potenciar y en los últimos años ha disminuido la participación de ésta en el financiamiento a la economía.
Refiere que al cierre de 2012, el crédito otorgado por la banca de desarrollo alcanzó apenas 5.1% del PIB, y "las que más padecen esta situación son precisamente las Pymes".
El directivo dijo que impulsar una transformación de la banca de desarrollo, que genere un apoyo decidido a las Pymes, es una prioridad estratégica para la competitividad del país, y el desarrollo y la multiplicación de las empresas en México.
Expuso que la propuesta Coparmex para fortalecer el crédito de la banca de desarrollo está estructurada en torno a cuatro necesidades básicas del mercado, en donde en primer lugar se debe apoyar a las Pymes para que se profesionalicen y cuenten con la información, los procesos y los proyectos requeridos para ser sujetas de crédito.
En segundo lugar, es necesario generar un sistema nacional de garantías eficaz que avale directamente a las Pymes ante los intermediarios financieros.
Como tercer punto, aumentar el número de intermediarios financieros para mejorar las opciones y bajar el costo del crédito, y finalmente la medición independiente y objetiva de resultados de la banca de desarrollo.
Para atender esas necesidades, la Coparmex propuso la constitución de un fondo nacional de garantías, con la utilización de 10% del Fondo Pyme, alrededor de 670 millones de pesos, recursos que podrán ser asignados por el nuevo Instituto Nacional del Emprendedor de forma sectorial.
Asimismo, crear un programa de fortalecimiento de instituciones financieras no bancarias reguladas, y constituir un fondo de capital para emprendedores, operado por Nacional Financiera.
De acuerdo con Juan Pablo Castañón, el crédito es vital para la economía y un recurso fundamental para dinamizar el mercado interno y el desarrollo de las empresas.
Porque no se puede pensar que incrementar el crédito en México sólo se sustente en el financiamiento al consumo o a las grandes empresas. "Tiene que ser esto de manera integral y el orden prioriza, primero hacia las empresas para generar el valor agregado y después hacia las personas".
Por su parte, añade, a los empresarios les corresponde generar empresas innovadoras, competitivas y con responsabilidad social, con una oferta de calidad para atender el gran mercado interno que hoy existe y que deben de construir. "Ningún gobierno puede hacer esto por nosotros. Somos nosotros los que debemos de hacerlo", expuso.
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