Isabel Becerril
La relación entre los proveedores y las grandes cadenas de autoservicio se encuentra fracturada, por las quejas que hay de ambas partes en sus prácticas comerciales y que provocan cierto divisionismo en el sector empresarial.
Al interior de la industria se realiza una consulta para tratar de impulsar en el Congreso la tan "cantada" «ley de buenas prácticas comerciales», y así poner fin a la relación comercial "abusiva" en que incurren estos consorcios.
No obstante que hace tres años se firmó un acuerdo de buenas prácticas comerciales entre diversos sectores productivos, representantes de la industria consideran que no ha sido efectivo ni suficiente, ya que continúan las prácticas depredatorias por parte de las grandes cadenas comerciales.
Vicente Yáñez Solloa, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), defendió a su gremio y acusó que los industriales también incurren en malas prácticas comerciales, como seguir condicionando pedidos.
"Si las tiendas no les compran el nuevo producto que estén lanzando al mercado, pues simple y sencillamente no les surten los artículos ya pactados."
En entrevista comentó que muchas empresas no entregan a tiempo la mercancía o la calidad de los productos que venden es pésima.
Señaló que al inicio de todo sexenio se habla de la creación de la «ley de buenas prácticas comerciales» porque es un tema que suena "muy sexy" en la parte política, ya que con esta legislación se "pretende defender a los pequeños negocios contra los grandes consorcios".
Pero no hay necesidad de impulsar esta normatividad, sostuvo, porque muchas de las malas prácticas comerciales de las que se quejan los industriales pueden ser solucionadas a través de la Ley de Competencia Económica, del Código de Comercio o vía el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
La solución a los problemas que presentan las grandes cadenas comerciales y los proveedores debe ser a través de un convenio, además de que los legisladores tienen "asuntos más importantes que tratar de solucionar un problema entre particulares; no hay que quitarle el tiempo a los diputados y senadores con estas cosas".
Desventajas
Raúl Picard del Prado, presidente de la Comisión de Comercio Interior de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), ha sido el encargado de visitar a los representantes de las organizaciones afiliadas para conocer su opinión sobre si debe o no impulsarse esa ley.
También se deberá estar consciente de que esta legislación sería para regular no sólo a los grandes establecimientos comerciales, sino también a las empresas.
Aceptó que las grandes cadenas comerciales abusan de la "necesidad" que tienen muchos industriales de colocar sus productos en el mercado, pues les aplican condiciones que los orillan a cerrar sus puertas.
Entre los problemas que presentan mencionó el de la "promotora", es decir, si el industrial no saca su producto de las bodegas de las tiendas y lo coloca en anaquel, al poco tiempo se lo regresan por estar echado a perder; también si no se vende un artículo en determinado tiempo, la tienda lo devuelve, pero la mayoría de veces abierto o en cajas que no son las originales.
Otro punto en el que batallan, dijo, es que a los industriales les están cargando las ventas de los meses sin intereses. Además, si el competidor da más barato un producto, la tienda, sin consultar al proveedor, reduce también el precio, y quien paga la disminución es el industrial.
Leopoldo González, vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), aseguró que las grandes cadenas comerciales realizan prácticas "monopsómicas", es decir, reducen sus precios de algún producto por debajo de su valor real, con el objetivo de desaparecer a su competidor y quedarse con el mercado, bajo el argumento de que es en beneficio del consumidor.
Los industriales afiliados a la cámara de conservas alimenticias también estudian la posibilidad de votar para que se impulse en el Congreso la aprobación de la «ley de buenas prácticas comerciales», porque las cadenas de autoservicio les están "pirateando" las etiquetas de sus productos y se las están colocando a los artículos de marca libre que ellas comercializan al público, denunciaron.
Con información de El Financiero Diario.
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