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Reacción humana, 'responsable' del accidente de Uber

El choque que involucró a uno de los autos de autoconducción de Uber tiene una historia más allá de un fallo en el software, ya que un informe indica que el sistema se comporto como cualquier persona e intentó pasar antes de que el semáforo se pusiera en rojo.

Un accidente reciente que involucró a un automóvil sin conductor de Uber sugiere que el software autónomo a veces asume los mismos riesgos que los humanos a los que algún día podría reemplazar.

El accidente del viernes en Tempe, Arizona, no causó lesiones mayores. Otro automóvil conducido por un ser humano que giraba a la izquierda no le cedió el paso, golpeó el auto de Uber e hizo que se volcara sobre un costado. Tras una breve pausa, la flota de pruebas de auto-conducción de la compañía regresó a las vías públicas de Tempe, Pittsburgh y San Francisco a principios de esta semana.

Sin embargo el informe del Departamento de Policía de Tempe, publicado este miércoles, revela una compleja historia.

El todoterreno Volvo de Uber, equipado con sensores de conducción autónoma, se dirigía al sur en un bulevar amplio con un límite de velocidad de 64 kilómetros por hora. Tenía dos de los conductores de prueba de la compañía en el frente del vehículo y ningún pasajero de paga.

El semáforo se puso amarillo cuando el vehículo llegó a una intersección. Un Honda verde en el otro lado de la carretera estaba tratando de dar vuelta a la izquierda. La conductora pensó que alcanzaba a pasar y chocó contra el vehículo de Uber, según el informe policial.

En una declaración a la policía, Patrick Murphy, un empleado de Uber que iba en el automóvil, dijo que el Volvo SUV iba a 61 kilómetros por hora, por debajo del límite de velocidad. Dijo que el semáforo se puso amarillo cuando el vehículo Uber llegó a la intersección. Luego vio al Honda girar a la izquierda, pero "no había tiempo para reaccionar ya que había un punto ciego" creado por el tráfico. El Honda golpeó el auto de Uber, empujándolo contra un poste y haciéndolo que se volcara.


Durante el suceso, el vehículo de Uber estaba en modo autónomo, dijo una portavoz de la compañía y la policía de Tempe.

Otros involucrados en el accidente no pensaban que hubiera un robot detrás del volante. Alexandra Cole, la conductora de la Honda, dijo a la policía que no vio ningún coche cuando decidió girar a la izquierda. "Justo cuando llegué al carril medio a punto de cruzar", escribió, "vi un coche volando por la intersección".

Otro testigo le dijo a la policía que Cole no tuvo la culpa. "Fue culpa del otro conductor por intentar cruzar antes de que el semáforo se pusiera en rojo y acelerar con tanta fuerza", dijo Brayan Torres a la policía. "La otra persona sólo quería alcanzar a pasar antes de que cambiara la luz del semáforo".

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