Apadrinadas por fondos de capital privado, nueve empresas son hoy una realidad. Algunas han logrado consolidarse en los sectores en los que participan e incluso, una de ellas, Crédito Real, se institucionalizó y logró expandirse al levantar capital en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
En la segunda edición de su estudio "Capital Privado como impulsor de las empresas mexicanas: 9 casos de éxito", la consultora KPMG incluyó los casos de Carrot en transporte; Crédito Real y Finae en servicios financieros; IGS (Banco de Tierra) y MRP Fondos I,II y III en bienes raíces; IMC en restaurantes; Sae Towers en manufactura; Screencast en telecomunicaciones, medios y tecnología, y Mexplux Puertos en infraestructura.
Según el análisis de KPMG, durante el periodo de apoyo de los fondos de capital privado, cinco de las nueve firmas multiplicaron en casi 7 veces sus ventas. La tasa de crecimiento anual compuesta de sus ingresos fue de 58.5 por ciento en el periodo de análisis de cuatro años (2010-2013).
Los fondos también impulsaron la rentabilidad de estas firmas, ya que su flujo operativo se expandió en 16.3 veces. Mediante un esquema integrado por un grupo de inversionistas, los fondos de capital se hacen de una participación accionaria en este tipo de compañías privadas, inyectan recursos en aquellas con alto potencial y las apoyan fortaleciendo sus ventajas competitivas.
La firma más pequeña dentro de los nueve casos, que no era de reciente creación, es Finae, y generaba ingresos por intereses de 35.1 millones de pesos en el momento en que invirtió el fondo Adobe Capital. La más grande de la muestra es Crédito Real, con una cartera total de 2 mil 118 millones de pesos cuando entró Nexxus Capital.
"Esto revela la variedad de empresas en las que invierten los fondos, que van desde Pymes hasta firmas que cotizan en la BMV", dijo Oscar Silva, socio de Asesoría en Estrategia Global de KPMG.
