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5 pueblos mágicos que perdieron su magia


 
 
 
Claudia Alcántara
 
 
Por el grado de inseguridad que impera en la zona, así como deficiencias en su transporte, falta de actividades turísticas y oferta de hospedaje, Todos Santos, Baja California; Creel, Chihuahua; Santiago, Nuevo León; Cosalá, Sinaloa; y Mier, Tamaulipas, se ubican en la lista de Pueblos Mágicos que han perdido el encanto.
 
[GRÁFICO: Conoce más sobre estas poblaciones]

Armando Bojórquez, presidente de Grupo Bojórquez, una de las mayors agencias de viajes de México, aseguró que al menos el 20 por ciento de los pueblos certificados como mágicos por la Secretaría de Turismo (Sectur), no tendrían porqué serlo.
 
"Se repartían títulos como estampillas; tienes aquí un parquecito entonces es mágico. Se volvió una burla", afirmó Bojórquez.
 
El primer caso es el de Todos Santos, pues aunque una de sus fortalezas es que cuenta con una accesibilidad terrestre y aérea ideal por su cercanía a La Paz y Los Cabos, tiene una limitada oferta turística.
 

Este lugar posee establecimientos de alta calidad, como el emblemático Hotel California, pero no son suficientes para satisfacer la demanda de hospedaje, sobre todo en temporadas altas, apunta el documento Análisis del Desempeño Turístico Local. Modelo de Satisfacción de los Turistas, publicado este año por la Sectur, el Conacyt y la Universidad Anáhuac del Norte.
 
Por otro lado, Creel, en Chihuahua, cuenta sólo con un par de restaurantes de calidad y falta darle valor a la cultura y tradición tarahumaras, ya que algunas de estas poblaciones están en condiciones de pobreza muy evidente, lo cual genera una imagen negativa en el turista.
 
El documento que pone en la mira a una muestra de 35 Pueblos Mágicos (de un grupo de 83), señaló que Creel presenta importantes deficiencias en la cobertura de agua y drenaje; y en inseguridad, pues provocó que la llegada de turistas y visitantes tuviera una fuerte caída.
 
Julio Castañeda, presidente de la Asociación Mexicana de Agencia de Viajes, expresó que recomendar este tipo de pueblos es difícil, no sólo por sus características, sino porque no forman parte de una ruta turística.
 

Muchos turistas no consultan a agencias de viajes y se llevan malas experiencias, ya que en algunos pueblos no hay hoteles de calidad, aseguró.
 
Tal es el caso de Cosalá, en Sinaloa, el cual cuenta con la Reserva Ecológica del Mineral de Nuestra Señora como principal atractivo, pero tiene pocos restaurantes, falta señalética y baños públicos, además de que hay rutas de autobuses limitadas.
 

Junto con Santiago, Nuevo León, Cosalá ha tenido problemas de imagen por la ola de violencia registrada desde hace cinco años.
 
Uno de los casos más graves es Mier, Tamaulipas, que se ha convertido en un pueblo fantasma; la guerra contra el narcotráfico generó que los habitantes pasaran de 6 mil 300 personas antes de 2010, a sólo 300 en 2012.
 

Francisco Madrid, director de la Escuela de Turismo de la Universidad Anáhuac del Norte, indicó que un factor que se ha olvidado por las autoridades es la recertificación, pues las reglas de operación del programa señalan que cada año debe de hacerse una revisión del estatus de cada pueblo.
 
Es momento de reformular el programa, aunque parezca políticamente difícil decirle a una localidad que ya no es Pueblo Mágico, señaló Madrid.
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

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