Isabel Becerril
A 20 años de que en México empezó a conformarse una política nacional para las Pequeñas y medianas empresas (Pymes) su saldo es deficitario, porque este segmento productivo enfrenta, entre otros problemas, distorsiones en mercados, exceso de trámites, falta de acceso a crédito, tanto para capital de trabajo como para invertir, corrupción de autoridades e inseguridad pública.
Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), sostuvo que los programas para Pymes no han rendido resultados contundentes y agregó que la mayor parte de estos negocios operan en situaciones precarias, sin apoyos ni solidez en su planeación y gestión.
Al respecto, Rodrigo Alpízar Vallejo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), puntualizó que por más de 2 décadas han faltado políticas públicas diferenciadas para las Pymes y para que coadyuven a detonar sectores específicos que son estratégicos para impulsar el país, los cuales están conformados en su mayoría por pequeñas empresas.
Consideró que esta administración debe dar un salto y generar programas más agresivos de financiamiento, compras de gobierno y fomentar la cultura exportadora.
Por su parte, Gutiérrez Candiani señaló que es momento de que en México se apuntale una política de Pymes de avanzada; además de que el actual gobierno tiene un compromiso hacia las pequeñas empresas; hay que sentar condiciones para incentivar una verdadera revolución empresarial que mueva a la economía nacional.
Anotó que un eje prioritario es iniciar una Cruzada Nacional por la Formalización Económica, eslabón esencial para que tengan éxito las reformas aprobadas, como la laboral.
Hay que propiciar, dijo, cadenas de abastecimiento, esquemas de capital semilla y financiamiento a empresas de alto potencial, polos de desarrollo regional y motores de crecimiento acelerado, como el energético y la construcción.
Información proporcionada por El Financiero diario.
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