Claudia Alcántara
Ante el fantasma de la quiebra rondando a 3 de las 5 constructoras de vivienda más grandes del país: Urbi Desarrollos Urbanos, Corporación Geo y Homex, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) previó que la eventual ausencia de estas compañías en el mercado podría generar una reducción importante en la producción de vivienda nueva en el país.
Por su parte, analistas consultados advirtieron que en ese escenario se generaría un eventual aumento en los precios de las viviendas -por la ley de la oferta y la demanda-, y cobraría fuerza la vivienda informal, ya que las pequeñas y medianas empresas no accederían en corto plazo a fuentes de financiamiento para subsanar el déficit.
Asimismo, Deutsche Bank bajó su recomendación para las acciones de Geo, Homex y Urbi a "venta", argumentando un mayor riesgo de bancarrota, luego de que Infonavit anunciara sobre embargos precautorios ordenados por un juez, a favor de acreedores.
"Las tres mayores constructoras financian en promedio dos terceras partes de sus unidades vendidas con hipotecas del Infonavit. Sin el muy necesario oxígeno para mantener sus operaciones a flote, ahora vemos un mayor riesgo de una potencial quiebra para Urbi, Geo y Homex", dijo el banco.
A pregunta expresa respecto de una eventual quiebra de las tres empresas, dados los incumplimientos de pago en que han incurrido, el titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, respondió que en un escenario así, seguramente se dejaría de construir un importante número de viviendas en el país, "pero también, hay que decirlo, las desarrolladoras regionales y locales están aumentando su participación en el sector".
"A nosotros nos interesa primero salvaguardar el empleo, y segundo, que estas empresas tengan toda la viabilidad económica posible, y tercero, que se conviertan, independientemente de las dificultades económicas, en empresas activas y sigan en el juego", declaró.
Lenta recuperación
El presidente de la Unión Interamericana para la Vivienda (Uniapravi), Jorge Yarza, dimensionó que al cierre de 2012 estas 3 compañías con base en sus estados financieros construyeron y escrituraron 119,549 viviendas: Geo 55,485; Urbi 27,646 y Homex 36,418, las cuales representan entre 25 y 26% de las unidades producidas y vendidas ese año.
Consideró que una eventual ausencia de estas tres compañías no sólo representaría un déficit de la vivienda nueva disponible -la cual ya se ubica al primer trimestre de este año por debajo de 30%, contra igual periodo de 2012-, sino que abriría la puerta a la autoproducción de vivienda informal.
En entrevista, expresó que por cada vivienda nueva que deja de producirse, surge una informal, sin servicios y sin sustento jurídico; dijo que la demanda de vivienda continuará, sólo que se canalizará por otras vías, que reducirán la competitividad de las ciudades.
Descartó que las empresas medianas y pequeñas puedan en el corto plazo reducir el déficit de vivienda nueva, debido a que no tienen acceso "oportuno" a créditos puente; dijo que aunque pudieran conseguirlo este año, un proyecto tarda en construirse, desde que se plantea hasta que se termina, de 18 a 24 meses.
Otras compañías
Cabe destacar que otras compañías del sector vivienda registran una situación diferente a la señalada. Es el caso de Ara y Sare.
Igual sucede con empresas que han emitido deuda en la Bolsa Mexicana de Valores, como Vinte, que en 2012 registró una producción y escrituración de 2,698 viviendas; Cadu de 6,713, y Ruba de 9,676, cifras inferiores a las que obtuvieron Urbi, Geo y Homex.
Gene Towle, socio-director de Softeck, previó que una posible quiebra de las desarrolladoras no generaría una "falla" en la atención de la demanda, ya que es probable que sus proyectos sean adquiridos por terceros.
Sin embargo, sí podría generar un impacto negativo en la cadena productiva del sector vivienda, de la cual dependen más de 40 subsectores, sentándose también un mal precedente para compradores de bonos respaldados por constructoras, con operaciones ligadas a programas del gobierno federal. Consideró que el inversionista vería que la vivienda no es un programa prioritario para esta administración.
Información proporcionada por El Financiero Diario.
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