Rosalía Lara
Al llegar a Perisur a las 4 de la tarde, lo primero que saltaba a la vista era la cantidad de autos que se encontraban en el estacionamiento.
Encontrar un lugar para estacionarse en los primeros niveles era casi imposible y las filas para realizar el pago, muy largas; sin embargo debido a las multiples salidas que ofrece la plaza el avance de los autos era fluído.
Bolsas de Liverpool, Sanborns y Palacio de Hierro atiborraban la plaza.
Otras de las tiendas con mayor afluencia eran las de ropa y calzado como Pull and Bears, Shasa y Bershka; Capa de Ozono, Dorothy Gaynor y Flexi con descuentos que iban del 15 al 20 por ciento, en su mayoría, y hasta 6 meses sin intereses.
El calor humano que se sentía en la plaza era aprovechado por los locales como Nutrisa que ofrecía descuentos de 15% a partir del segundo producto comprado y Häagen-Dazs que no ofrecía ninguna rebaja, pero que igual estaba lleno.
En realidad más que adquirir algún producto, parecía que la gente iba a pasear y ver si tal vez alguna oferta les convencia.