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Nueva oficina de Amazon en Nueva York desata fuertes críticas

Las críticas se originaron por el convenio que incluyó un acuerdo de confidencialidad que mantuvo parte de los detalles en secreto.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y el gobernador Andrew Cuomo eran todo sonrisas el martes al anunciar que Amazon traerá nuevas oficinas a la ciudad con miles de empleos y miles de millones de dólares de inversión.

Pero una reacción local adversa podría poner en marcha investigaciones acerca de cómo se concretó el acuerdo y si redundará en beneficio de la ciudad.

Unas 250 personas se apiñaron pese al viento frío en Long Island City este miércoles, cerca del sitio sobre el East River donde Amazon planea instalarse. No estaban allí para vitorear sino para expresar indignación por el convenio que incluyó un acuerdo de confidencialidad que mantuvo buena parte de los detalles en secreto.

Declaración de Kirsten Gillibrand.
Twitter.

Pese al flujo de inversiones y empleos, algunos economistas y funcionarios han advertido que el gigantesco proyecto elevará los costos de las propiedades, desplazará residentes y aumentará un tránsito ya enmarañado. La senadora estadounidense, Kirsten Gillibrand, recurrió más tarde a un posteo en Twitter para sumarse al coro de detractores.

El acto en Queens contó con la participación de decenas de funcionarios electos, como el concejal Jimmy Van Bramer, que representa al distrito que comprende a Long Island City y dijo que había sido excluido de toda negociación y se enteró de que el acuerdo se había consumado por el diario.

Parte del contrato establece que el terreno quedará bajo jurisdicción del estado, de modo que el Concejo Municipal no tendría control de zonificación.

"Lo que vimos aquí es un proceso que ninguna ciudad estadounidense debería tolerar", señaló Van Bramer en una entrevista antes del acto.

"Un gobernador y un alcalde que se proclaman demócratas progresistas le tiran casi 3 mil millones de dólares al hombre más rico del mundo y luego prometen un proceso secreto aceitado que evita votaciones públicas 'conflictivas' y audiencias que pudieran arruinar las cosas", agregó.

Ahora, un grupo de legisladores examina la transacción y qué papel desempeñaron en ella el alcalde y el gobernador, indicó Van Bramer. Prometió investigaciones en todos los niveles de gobierno y aclaró que los abogados de la municipalidad están elaborando estrategias de litigio.

"Estamos analizando todas y cada una de las maneras en que podemos reinstaurar el proceso de la ciudad y de la gente", puntualizó Van Bramer. "No puede ser que el alcalde y el gobernador y Jeff Bezos -literalmente tres hombres en una sala- puedan conspirar para regalarle 3 mil millones de dólares y un helipuerto, porque ¿a quién le gusta tomarse la molestia de ir hasta el metro? Eso no puede ser".

Van Bramer y otros funcionarios públicos quieren que se reabra el contrato, dijeron, para obtener de Amazon concesiones de realizar promesas específicas de contribuir a pagar mejoras en el tránsito masivo, escuelas, parques, calles y nuevas líneas cloacales. Amazon abrirá una planta similar en Arlington, Virginia.

Gillibrand, demócrata que representa a Nueva York en el Senado, criticó los incentivos utilizados para atraer a Amazon y fustigó lo que calificó de "una falta de participación de la comunidad" en el proceso de decisión.

Al anunciar la intención de Amazon de instalarse en Nueva York, Cuomo predijo que la empresa contrataría a 400 mil empleados en un plazo de 25 años, en lugar de los 25 mil empleos que Amazon ha prometido en los 10 próximos años.

Si eso ocurriera, dijo Cuomo, la ciudad y el estado pagarían 3 mil millones de dólares en reducciones de impuestos y otros incentivos para cosechar ingresos fiscales de 27 mil 500 millones de dólares de Amazon a lo largo del ciclo de 25 años.

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