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Minera canadiense suspende contratos a empleados en Guerrero

La firma Torex Gold acusa que los trabajadores realizan un amparo que consideran ilegal y promovido por el Sindicato de Los Mineros.

La empresa minera Torex Gold decidió suspender los contratos de trabajadores que laboraban en la mina El Limón-Guajes después de que se cumplió un mes de un bloqueo que consideran ilegal.

En un comunicado, la empresa canadiense lamentó lo sucedido porque "es el resultado directo de un bloqueo ilegal por parte del Sindicato de Los Mineros, un sindicato externo que quiere tomar la representación de los empleados que ya tienen un sindicato.

"Desde el inicio del bloqueo, el 3 de noviembre de 2017, la Empresa continuó pagando a su fuerza de trabajo, a excepción de la minoría que participó en el bloqueo ilegal. La suspensión de los contratos de trabajo entró en vigencia el 16 de diciembre de 2017 y afectará a todos los empleados en México, con la excepción de un pequeño número que administrará las responsabilidades continuas de la Empresa", explicó la firma.

Si el bloqueo se levanta al finalizar del día el 20 de diciembre de 2017, la Empresa reconsiderará la suspensión del contrato, de lo contrario podría retirarse de manera definitiva.

"Los Mineros (sindicato ilegal) no ha respetado los derechos de los trabajadores a quienes dicen proteger. Esperamos que el gobierno respete esos derechos y actúe rápidamente para que puedan volver a trabajar", dijo Fred Stanford, Presidente y Director Ejecutivo de Torex.

Torex indicó que, durante el fin de semana, Los Mineros han amenazado con cortar el suministro de energía a las instalaciones y negar el acceso de alimentos y agua a la Gendarmería Federal que están en el sitio para proteger los activos.

"Es realmente lamentable que este bloqueo ilegal haya causado tantas dificultades económicas para las familias de empleados y contratistas, y para nuestros accionistas", señaló el directivo de Torex.

Fue en abril de 2016 que inició operaciones la mina El Limón-Guajes, ubicado en el municipio de Cocula, Guerrero, en el cual requirieron una inversión de 800 millones de dólares para ponerlo a operar.

Era considerada como la oportunidad del estado de revivir la industria minera que por muchos años perdió fuerza por culpa del crimen organizado.

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