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Mexicanos no se 'deslumbran' con joyería de oro; cae 52% su consumo

En los últimos 10 años, el precio por onza del oro se elevó hasta un 191%, lo que ocasionó que el valor de la joyería se fuera a las nubes y la utilidad de los fabricantes al suelo, por lo que estos han tenido que crear nuevos productos.

Los mexicanos ya no compran joyería de oro como antes. La volatilidad del metal precioso en los mercados internacionales, así como un cambio en las tendencias del consumo han orillado a los fabricantes a crear nuevos productos para satisfacer la demanda de los clientes y obtener mejores márgenes de ganancia a través de diseños exclusivos.

Según datos del Consejo Mundial del Oro, el consumo de este commodity para la fabricación de joyería en México bajó 52.5 por ciento en la última década, al pasar de 44 a 21 toneladas anuales. En este mismo periodo, el precio del oro se disparó de 414 dólares a mil 206 dólares la onza (con un máximo de mil 773 dólares en septiembre de 2012), lo que representó un incremento de 191 por ciento en 10 años.

Esto ocasionó que el precio de la joyería de oro se fuera a las nubes y la utilidad de los fabricantes al suelo. Miguel Cotero Ochoa, presidente de la Cámara de la Joyería del estado de Jalisco, explicó que derivado de esta situación los artesanos nacionales dejaron de hacer joyería de oro y se diversificaron con materiales distintos bañándolos en oro o plata, "que es lo que quiere al final la gente en México e incluso, en el extranjero".

Tania Sapién, propietaria de la marca de joyería CoCo, recuerda cómo en los años en los que el oro tocó niveles máximos en su cotización (2011 y 2012) la competencia se volvió feroz.

Su estrategia, al igual que muchas otras marcas, fue crear nuevos diseños con otros metales como el latón o el acero. La emprendedora tiene dos locales en uno de los cinco puntos joyeros del Centro Histórico de la Ciudad de México, el lugar por excelencia para comprar joyería.

Allí constató cómo muchos fabricantes de piezas de oro y plata tuvieron que cerrar sus locales ante la mayor competencia, la caída en la demanda de los productos y la falta de diversificación hacia otro tipo de joyería.

"Cuando llegué (al principal centro joyero de la Ciudad de México, en 2009) de los 25 que éramos en la plaza, 13 eran de plata y oro, pero ahora sólo queda un local, el resto somos oro laminado, chapa de oro (latón bañado en oro) y bisutería", detalló.

El precio de la plata también ha sufrido la volatilidad en los mercados internacionales. En los últimos 10 años pasó de 6 dólares la onza a 19.9 dólares, una alza de 231 por ciento, a pesar de que México es el principal productor de este metal.

Según el presidente de la Cámara Joyera del estado de Jalisco, en México hay 10 mil empresas que hacen joyería, de las cuales, alrededor de mil concentran 85 por ciento de la producción nacional.

"Esta es una industria de micro y pequeños empresarios que nacieron de una tradición familiar. Actualmente existen muchas empresas que son de 150 empleados, lo cual ya se considera muy grande para nosotros", indicó.

A decir del líder gremial, aun cuando el consumo de joyería de oro ha ido a la baja y los consumidores han optado por nuevos productos, nunca dejará de usarse este metal precioso, debido a que "sigue habiendo clientes que lo compran por una situación personal o de ahorro familiar".

Descartó que la menor demanda de la joyería de oro tenga que ver con la inseguridad, ya que “se roban más un celular o cualquier equipo electrónico que una alhaja”.

La caída de 20% en el valor de las exportaciones de joyería entre 2010 y 2013  obedece a los movimientos que ha tenido el precio internacional de los metales.

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