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Mexicanos, muy fieles al refresco, aunque paguen más


 
 
Miguel Ángel Pallares
 
 
La experiencia de los últimos 10 años establece que la demanda de los refrescos es prácticamente inelástica al incremento de precios, por lo que la propuesta de la reforma hacendaria de gravar con un peso por litro a este tipo de bebidas no impactará a la industria, coincidieron expertos del sector.
 
 
"La elasticidad del producto es de aproximadamente 0.5 por ciento, es decir, si te aumentaran 10 por ciento el precio, el efecto que podrías tener en volúmenes por esa situación es de la mitad. Dentro de ese 0.5 por ciento además, se debe considerar que las personas pueden migrar a productos light o con cero calorías", explicó Marisol Huerta, analista de Banorte-Ixe Casa de Bolsa.
 
 
La experta del sector alimentos y bebidas agregó que la relación entre consumo y precio no es directamente proporcional porque "es un bien perfectamente inelástico". La gente a quien le gusta el refresco va a seguir consumiéndolo al costo que sea, aunque habrá un porcentaje no tan fiel a esta bebida y puede haber una sustitución hacia otros productos como aguas o tés", las cuáles, también son comercializadas por las grandes embotelladoras de Coca-Cola y Pepsi Cola.
 
 
Beatriz Torres, analista de Euromonitor International, calificó de excesiva la advertencia de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) en el sentido de que el nuevo impuesto de un 1 peso por litro a las bebidas azucaradas traerá una caída de 15 a 20 por ciento en su consumo.
 
 
"El consumo es poco elástico, es algo similar a lo que ocurre con el cigarro, al final las personas están acostumbradas", indicó.
 
 
Los datos refuerzan esta hipótesis. Según cifras del INEGI, el volumen de la venta de refrescos ha crecido a un ritmo promedio de 2 a 3 por ciento en los últimos cuatro años, pese a los incrementos de más de 5 por ciento en los precios realizados por las compañías cada 12 meses.
 
 
Antes del anuncio del impuesto al refresco, Euromonitor International esperaba un crecimiento de 9 por ciento para el volumen de la venta de refrescos en los próximos cinco años, sin embargo, dichas proyecciones podrían ajustarse a la baja, aunque no en la proporción señalada por la industria refresquera.
 
 
 
Ajustes de las embotelladoras
 
 
Coca-Cola Femsa subió el precio promedio de la caja unidad en 4.4 por ciento en sus territorios durante 2012, mientras que su volumen de venta creció 2.4 por ciento. Aunque Arca Continental los incrementó 6 por ciento, tuvo una alza de 2.6 por ciento en la demanda.
 
 
"El consumo bajaría poco con el aumento de precios, pero no mucho, pues es un producto muy inelástico. Es complicado calcular cuánto se reduciría la demanda con el impuesto. Creo que la disminución sería de una relación de 1 a 0.6", estimó José María Flores de Ve por Más.
 
 
 
Emilio Herrera, director general de la Anprac, aseguró hace unas semanas que el refresco tiene una elasticidad de 1 a 1 sobre el consumo, es decir, varía en la misma proporción: si se aumenta 1 por ciento el importe, baja 1 por ciento el consumo. Sin embargo, los analistas y la trayectoria del consumo durante los últimos años refutan esta idea.
 

 
 
 
 

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