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Jell-O tiembla en EU, pero por sus bajas ventas

El postre centenario ha dejado de ser el consentido en las mesas de los estadounidenses, y parte del problema es que la gente se ha vuelto más exigente con lo que come y se preocupan más por buscar alimentos que consideran naturales o sanos.

NUEVA YORK.- Jell-O, el postre inventado hace más de un siglo, que ayudó a popularizar una delicia reservada para los acaudalados y la volvió una golosina asequible, tiene enfrente el reto de revitalizarse y volver a ocupar un lugar preferente en el gusto de los consumidores de Estados Unidos.

Estadounidenses de todas las edades conocen la melodía de "J-E-L-L-O" y los anuncios de televisión donde salía el comediante Bill Cosby.

A pesar de su persistente lugar en la cultura pop estadounidense, las ventas de Jell-O han caído 19 por ciento en los últimos cuatro años, mientras otros postres —como el yogurt griego— han aumentado su popularidad.


Los ejecutivos en Kraft Foods, propietarios de la marca, confían en que pueden revitalizar a Jell-O. Sin embargo, hasta ahora sus esfuerzos no han cumplido las expectativas.

Después de años de promover gelatinas Jell-O sin azúcar para guardar la línea, Kraft lanzó una campaña donde vuelve a enfocarse en toda la familia. En un anuncio un hombre calvo le dice a su hijo que la gelatina le ha ayudado a consolarse en momentos difíciles, como estar atrapado en el tránsito. Lo que el niño imagina es pasar por todo eso siendo calvo.

"Los niños piensan que es gracioso", dice Dan O'Leary, director de promoción de los postres Kraft.

Desafortunadamente, no a todos se les antoja comer gelatina. Después de mejorar un par de años, las ventas de Jell-O en Estados Unidos alcanzaron 932.5 millones de dólares en 2009, gracias a las mezclas en caja y los vasos de gelatina y pudines listos para comer, de acuerdo con la firma de investigación Euromonitor International. Sin embargo, desde entonces han bajado y el año pasado la marca tuvo ventas por 753.8 millones, equivalente a un descenso porcentual de dos dígitos.

Parte del problema es que la gente se ha vuelto más exigente con lo que come. Se preocupan más por buscar alimentos que consideran naturales o sanos y los brillantes rojos, verdes y azules de Jell-O es posible que inadvertidamente envíen señales de alerta a las mamás por los colorantes artificiales que contienen.

El segundo ingrediente en la lista es el jarabe de maíz de alta fructosa, un sustituto barato del azúcar del cual mucha gente está huyendo.

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