Renault logró avances en torno a la meta de rentabilidad estructural gracias a sus recortes de costos para afrontar desventajas de tipo cambiario durante el primer semestre, anunció la automotriz francesa, aunque las ventas y el flujo de caja sufrieron de cara al reemplazo de modelos clave.
La compañía reportó que su ganancia operativa aumentó 25 por ciento a 729 millones de euros, equivalentes a 979.05 millones de dólares, en los seis meses finalizados el 30 de junio. El margen operativo de la automotriz se elevó a 3.7 por ciento desde 2.9 por ciento, mientras que las ventas bajaron 3 por ciento a 19 mil 820 millones de euros.
Asimismo, las acciones de Renault bajaron 2.91 por ciento luego de que la automotriz dijera que el flujo libre de caja se debilitó a un monto negativo de 360 millones de euros desde el déficit de 31 millones de euros en el año anterior.
La automotriz francesa reportó "ventas levemente menores y una gestión de inventarios menos agresiva de lo que esperábamos", dijo el analista Eric Hauser, del ISI Group con sede en Londres.
Renault, cuyos autos de bajo costo y creciente presencia en los mercados le ayudaron a enfrentar la crisis de seis años de la industria automotriz en Europa, ahora está enfrentando debilidad por los tipos de cambio y en la demanda en muchos de sus mercados en el exterior.
Sin embargo, sus modelos de bajo presupuesto de la marca Dacia están teniendo una acogida mucho mejor a la esperada en medio de la frágil recuperación europea.
La compañía recortará miles de empleos, mayormente en Francia, a medida que implementa un acuerdo sindical del 2013 para cumplir con su objetivo de alcanzar un margen de 5 por ciento en el 2016.
El año pasado, Renault redujo la fuerza laboral doméstica en casi 5 mil 600 puestos a 48 mil 550 empleados hasta el 31 de diciembre.
El flujo de caja fue afectado debido a que Renault incrementó sus propios inventarios a 158 mil vehículos desde 100 mil, al tiempo que redujo las existencias en los distribuidores, antes de reemplazar modelos clave, entre ellos los subcompactos Twingo y Sendero.
Las ganancias netas, que fueron afectadas el año pasado por una amortización de más de 500 millones de dólares del negocio de Renault en Irán, subieron a 801 millones de euros desde 97 millones de euros.
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