Empresas

Tu coche (literalmente) está hecho de tomate

Ford, Mitsubishi y Mazda producen autopartes con tomate, coco, bambú o trigo, productos resistentes y amigables con el medio ambiente, pero que además les generan ahorros en costos de manufactura por hasta 10 millones de dólares anuales.

Piel seca de tomate, coco, cascarilla de arroz o raíces de plantas y árboles son la base para producir autopartes. Ford, Mitsubishi y Mazda invierten cerca de 740 millones de dólares al año en investigación y desarrollo de materiales resistentes y amigables con el ambiente, y una línea muy importante es la creación de autopartes con vegetales, mediante las cuales llegan a generar ahorros en costos de manufactura de hasta 10 millones de dólares anuales.

La armadora Ford es una de las más activas en este tipo de iniciativas y tiene alianzas con diversas empresas de alimentos y bebidas para la utilización de desechos orgánicos para hacer autopartes.

El kenaf, una planta tropical originaria de África y Asia, es utilizada por Ford para reforzar plástico moldeado por compresión en piezas de la puerta. Los modelos Mondeo y Escape usan una mezcla de 50 por ciento de kenaf y 50 por ciento de plástico en los paneles interiores de las puertas.

Asimismo, el uso de plásticos de trigo redujo su consumo de petróleo en unas 20 mil libras. También reemplazaron el caucho sintético con raíz de diente de león y guayule.

"Nuestro objetivo es desarrollar un material fuerte y ligero que cumpla con las necesidades de los vehículos, al tiempo que buscamos reducir nuestro impacto medioambiental global", dijo Ellen Lee, especialista técnico de Investigación de plásticos para Ford.

Por su parte, Deborah Mielewski, jefa Superior Técnica de Materiales, Sostenibilidad e Investigación de Ford Motor Company, reveló que en México ya están utilizando espumas de base biológica para los asientos del Ford Fusion, el cual se produce en la planta de Hermosillo, Sonora.

Mitsubishi inició desde hace ocho años su estrategia "Green plastic", con la cual emplean maíz, bambú o caña de azúcar para hacer asientos y tapetes.

Con la cooperación del Instituto de Tecnología Industrial de Aichi, Japón, desarrolló un material interior del automóvil que utiliza una resina a base de plantas y succinato de polibutileno (PBS), combinado con fibra de bambú.

Gran parte de estos materiales son utilizados dentro de sus modelos eléctricos, con lo cual buscan representar un menor impacto al medio ambiente desde su fabricación.

A su vez, Mazda tiene su programa llamado "Mazda Biotech Material" en el cual utilizan fibras y cortezas de árboles para los exteriores de algunos modelos, siendo el Mazda MX-5 el primero en usar estos productos.

Actualmente estos materiales sólo se utilizan en algunos de sus modelos, principalmente eléctricos e híbridos, de los cuales cubren 25 por ciento del total de sus piezas, pero planean aumentar a 100 por ciento el uso de materiales reciclables los interiores.

"Estamos convencidos de que nuestra tecnología, que permite la fabricación de este material sin recursos a base de aceite, se convertirá en la piedra angular de las biotecnologías futuras encaminadas a reducir la carga sobre el medio ambiente", dijo Seita Kanai, director senior en Investigación y Desarrollo de Mazda.

"Las firmas de autopartes y las armadoras trabajan en conjunto para lograr estos desarrollos, con el fin de hacer autos más sustentables y amigables con el medio ambiente; esta es una estrategia de largo plazo y no depende de las variaciones en los precios del petróleo", dijo Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA).

En México también se realiza investigación en este campo. Rey Fernando García Méndez, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), trabaja en la transformación del maguey en fascias para autos. De cuajar el proyecto, podrían ser proveedor de varias automotrices que operan en el país.

Da clic en la imagen para agrandarla

muchos autos utilizan.

También lee: