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Los ganadores sorpresa de una disputa comercial entre Estados Unidos y China podrían ser los productores mexicanos de carne de cerdo y televisores de pantalla plana.
México es el país que más exporta a Estados Unidos pantallas planas, las cuales están entre los productos chinos a los que apuntan los aranceles propuestos por el presidente Donald Trump.
Al mismo tiempo, los agricultores mexicanos pueden beneficiarse cuando los consumidores en China, el mayor mercado mundial de carne de cerdo, se enfrenten a una carne estadounidense más cara.
La fortuna potencial de México ilustra las consecuencias de largo alcance e involuntarias que se derivan de la incipiente guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo. Trump ha criticado el déficit comercial de Estados Unidos con ambos países, pero México todavía tiene la ventaja de ser favorecido bajo el TLCAN, al menos por ahora.
Los estadounidenses gastaron 6.5 mil millones de dólares en pantallas provenientes de México el año pasado, por encima de los 3.9 mil millones de dólares de China. Si las tarifas se promulgan, la participación de mercado de México podría crecer rápidamente mientras que las de China se contraen, dijo Caitlin Webber, analista de Bloomberg.
"Las fábricas mexicanas ya se benefician del TLCAN y ahorran un arancel de 3.9 por ciento en sus ventas en Estados Unidos", dijo Webber. "Podrían ver un mayor impulso competitivo si sus competidores chinos son potencialmente un 25 por ciento más caros".
En el otro lado de la disputa es la carne de cerdo. Estados Unidos envía alrededor de un tercio de su producción anual a China, que también es el mayor productor mundial de carne.