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Dueño de Sensodyne es feliz cuando te cepillas los dientes

Sensodyne, el dentífrico de 55 años de antigüedad, parte del negocio de productos de consumo para la salud de Glaxo, podría generar en pocos años suficiente efectivo para cubrir la mitad del dividendo que la firma paga a sus accionistas.

Los dientes no son lo único que la pasta dental Sensodyne puede proteger del dolor y el desgaste. El producto de 55 años de antigüedad promete brindar un servicio similar a los accionistas de GlaxoSmithKline.

El dentífrico es parte de un negocio de productos de consumo para la salud que en pocos años podría generar suficiente efectivo para cubrir la mitad del dividendo que Glaxo paga a los inversores, declaró en entrevista el máximo responsable ejecutivo Andrew Witty. La división, una alianza con Novartis controlada por Glaxo de Londres, probablemente produzca 10 mil millones de libras (14 mil 400 millones de dólares) de ingresos, añadió.

Las utilidades proyectadas son clave para el argumento de Witty de que una empresa que vende el analgésico Panadol de venta libre y el antiácido Tums es una fuente de estabilidad –y no una distracción- para la mayor farmacéutica del Reino Unido. Si bien algunos inversores encabezados por Neil Woodford reclaman que Glaxo se deshaga de la división de consumo, Witty, que planea dejar su cargo en marzo del año que viene, sostiene que la empresa va camino a duplicar su margen de ganancias y ofrecer retornos a los accionistas.

Estamos hablando de un negocio muy, muy grande, con una capacidad importante para producir valor para los accionistas. Y lo que he demostrado –y creo que la compañía ha demostrado- es que tenemos un magnífico historial de transferir ese valor directamente a los accionistas a través del pago de dividendos

DIVERSIFICAR LOS INGRESOS

Witty hizo de la construcción de la división de consumo una de las piedras angulares de su estrategia desde que tomó el mando en 2008. Después se propuso diversificar la fuente de ingresos para evitar los ciclos de auge y crisis de la investigación y el desarrollo en el campo farmacéutico, advirtiendo que se avecinaban tiempos difíciles con el vencimiento de las patentes de fármacos importantes como Advair y el hecho de que los pagadores estadounidenses exigen una atención sanitaria más rentable.

La semana pasada, el anuncio de que el máximo responsable ejecutivo dejaría su puesto en marzo de 2017 dio lugar a conjeturas sobre la posibilidad de que el sucesor de Witty abandone su estrategia.

Las divisiones de consumo, vacunas y VIH de Glaxo podrían tener cada una las dimensiones necesarias para formar parte del índice de referencia británico FTSE 100 si se las escindiera, según Woodford, uno de los veinte mayores inversores en la farmacéutica. Algunos otros accionistas están de acuerdo.

"Hay más valor dentro de la compañía del que está representado en el precio de las acciones", dijo Joe Walters, gerente de fondos de Royal London Asset Management. Empresas como la división de consumo "se venden por múltiplos muy altos, sencillamente porque ofrecen un crecimiento sostenido casi a perpetuidad".

Witty sostiene que Glaxo debe mantener el rumbo.

"El directorio de GSK es de la firme opinión de que la estrategia es la correcta para el entorno que vemos desarrollarse a nuestro alrededor", declaró la semana pasada.

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