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Con ley de telecom, medios públicos estériles y medios comerciales más poderosos: experto

Los medios públicos en México no son universales ni independientes, asegura académico de la Ibero, quien además advierte que las concesiones de uso comercial podrían obtener aún más tiempos de publicidad gracias a un vacío en la ley.

Las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y radiodifusión reafirmaron la ausencia de competitividad de los medios públicos, y dieron mayor poder comercializador a medios comerciales, aseguró el doctor Julio Juárez Gámiz, académico del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana.

Los medios de comunicación públicos en México no tienen independencia de gestión en cuanto a su presupuesto, y están completamente alejados del modelo europeo de medios públicos, en el cual estos cuentan con un ingreso físico que no depende de un interés político o una coyuntura, explicó el académico.

"Aquí, garantizar la inversión para una televisora con una concesión de uso público es sólo en principio. No está estipulado el porcentaje de cuánto se necesita invertir para ser competitivo. Sí, los medios públicos cuentan con un presupuesto, pero no con ello se asegura su competitividad", aclaró.

De acuerdo con el artículo 67, inciso II de la recién aprobada Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, en las concesiones para uso público "no se podrán explotar o prestar con fines de lucro servicios de telecomunicaciones, de radiodifusión o capacidad en red, de lo contrario, deberán obtener una concesión para uso comercial".

"El gran tema a discutirse, es que si no se permite a los medios públicos comercializar su señal, y por lo tanto, quedan fuera de la competencia, prevalece aquella visión perversa que ha perdurado mucho tiempo: que los medios públicos son un medio de nicho, que los ve muy poca gente", advirtió Juárez Gámiz.

Recordó que uno de los valores principales que constituyen a un medio público es su condición de universalidad, e hizo alusión al caso de canales como el Canal 22, cuya trasmisión se limitó al Distrito Federal y área metropolitana hasta hace algunos años.

"Uno de los valores y principios básicos de un medio público es su universalidad; si no cuentas con esa universalidad en el número de señales, como el caso de Canal Once, no estás compitiendo con las televisoras. Estás en un nicho de mercado muy cómodo, que a las grandes televisoras no les preocupa tanto, porque no les quitas televidentes", destacó el especialista en comunicación y cultura política.

El investigador recordó que, con la nueva iniciativa de ley, desaparecieron las figuras de concesión y permiso, para ser reemplazadas con la "concesión única", que puede tener diversos usos.

TIEMPOS DEL ESTADO: MAYOR PUBLICIDAD A TELEVISORAS

Por otro lado, el también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, Julio Juárez Gámiz recordó que en la extinta Ley Federal de Radio y Televisión existían los conceptos de tiempos fiscales y los tiempos gratuitos en radio y televisión, los cuales podían ser usados por las dependencias gubernamentales.

Los tiempos gratuitos aparecen en la nueva legislación, y corresponden a los 30 minutos al día que los medios deben donar para información del Estado. Por otro lado, los tiempos fiscales, especificó el académico, que corresponden a 18 minutos que los medios pagan como un impuesto en especie al Estado por lucrar con una señal concesionada, no aparecen en la nueva ley.

"Las televisoras podrían impugnar los 18 minutos porque no están previstos en la ley, pues no está articulado que tengan que pagar en especie tiempos fiscales, los cuales hoy son administrados por el Instituto Nacional Electoral (INE) en procesos electorales", puntualizó.

De acuerdo con Juárez Gámiz, esos 18 minutos adicionales pueden regresarse a las televisoras y radiodifusoras, las cuales podrían utilizarlos en publicidad comercial, lo que se suma a las adecuaciones en la ley que permitirán a estas empresas aumentar en 2 por ciento la venta de publicidad.

Aunque no hay noticia de alguna impugnación, aclaró el profesor, es de importancia analizar la negociación de los tiempos públicos.

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