Los accionistas de Sony renovaron la confianza en su presidente ejecutivo Kazuo Hirai y en otros dirigentes de la compañía, a pesar de las quejas por las continuas pérdidas sufridas por Sony en sus divisiones de electrónica y entretenimiento.
Hirai, que asumió el mando en 2012, prometió que "el patrón de pérdidas" se arreglará de una vez por todas en el presente año fiscal y se disculpó por no haber actuado con la suficiente rapidez ante los cambios en el negocio.
Asimismo, respondió a cuestionamientos sobre sus tareas como líder de Sony, el éxodo de personal con talento, la mala calidad del producto y los planes sobre nuevos proyectos.
Sony Corp. tiene su sede en Tokio y durante seis de los últimos siete años ha sufrido pérdidas, una tendencia que según los pronósticos se podría extender hasta marzo de 2015.
La división de televisores de Sony, el antiguo buque insignia de la empresa, ha perdido dinero durante 10 años consecutivos, incapaz de hacer frente a la competencia de la surcoreana Samsung Electronics y otros rivales. En el sector de los dispositivos móviles Sony ha sido duramente golpeada por Apple Inc.
Sony vendió su negocio de computadoras personales Vaio este año, y actualmente está dividiendo su negocio de televisión para que funcione como una filial subsidiaria al 100 por ciento.
Una propuesta de Hirai sobre las opciones bursátiles para los ejecutivos y los empleados también consiguió apoyo, con lo que buscará impulsar el precio de las acciones, que perdieron la mitad de su valor en los últimos cinco años.
En los últimos años su división en cine lo ha hecho razonablemente bien, pero los problemas del sector de electrónica han terminado por arrastrar a toda la empresa.
Los inversores institucionales presentaron con antelación la mayor parte de los votos de los accionistas. Casi 6 millones de votos a favor del plan de futuro de la empresa y menos del 10 por ciento en contra.
La asistencia a la junta general anual fue de 4 mil 662 personas, menos que las 10 mil 693 del año pasado, cifra que destaca el interés decreciente en la compañía.
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