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Acabaron con Casa Saba: Moisés Saba

Moises Saba, hermano mayor del presidente de Casa Saba criticó la venta de la división de farmacias, pues señala que es lo único que le quedaba después de que también vendió su negocio de distribución de medicamentos y la editorial.

El negocio de farmacias de Casa Saba era prácticamente lo único que le quedaba a esta empresa centenaria que alguna vez fue la distribuidora de medicamentos más grande de México, una de las principales repartidoras de publicaciones del país y, desde el 2010, un jugador relevante en el sector de retail de productos farmacéuticos.

"De Casa Saba ya no queda nada", lamentó Moisés Saba, hermano mayor del presidente y director general de la empresa, Manuel Saba. "Acabaron con la empresa, la quebraron", expuso el empresario desde Estados Unidos, donde vive hace seis años.

Grupo Casa Saba informó el martes que acordó la venta de su negocio de farmacias a la firma internacional Alliance Boots por 8 mil 300 millones de pesos (unos 638 millones de dólares).

En diciembre pasado, Casa Saba anunció la venta de su negocio principal: el de distribución de medicamentos, por 4 mil 500 millones de pesos, a dos fondos de inversión de Estados Unidos llamados Pharma Equity Global Fund LLC y World Global Equity Fund LLC. También se deshizo de la división editorial Publicaciones Citem. Ahora, con la venta de la operadora de farmacias el grupo se quedó prácticamente sin ningún negocio.

Según Moisés Saba, "en sus buenos tiempos" la empresa estaba valuada en alrededor de mil 300 millones de dólares. "A mis hermanos no les quedó de otra que malbaratar a la empresa. Compraron caro empresas en Brasil y Chile (Farmacias Ahumada, que a su vez es controladora de Farmacias Benavides) y terminaron vendiéndolas más baratas, porque están endeudados", apuntó.

En el 2013, Casa Saba reportó ingresos netos por 8 mil 615 millones de pesos, una caída de 28 por ciento con respecto al 2012.

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