Diez minutos después de las cinco de la tarde, Meade camina por el angosto pasillo izquierdo del auditorio de la rectoría de la Universidad Anáhuac, en Huixquilucan.
El lugar se llenó desde una hora antes y los estudiantes ocuparon los 250 asientos. "¡Pepe Presidente, Pepe Presidente", comienza a gritar un joven, que habla de cerca con un miembro del equipo de campaña.
Pero su grito tiene respuesta y los jóvenes lo corean mientras el candidato camina entre ellos saludando y sonriendo de oreja a oreja.
Cuando llega al escenario, se hace otra pausa para que los alumnos, desde su asiento, acompañen el grito con sus palmas.
Afuera, el equipo de Meade reparte ejemplares del libro El México que merecemos, que el exfuncionario firmó a algunos de los alumnos.
Adentro, Mitzi Espinosa de los Monteros, una joven que estudia la carrera de Ciencias de la Familia le cuestiona cuál será su política sobre la familia. Meade le promete que será uno de los ejes de su gobierno, porque la falta de valores provoca crímenes como el feminicidio.
Carlos, de la carrera de comunicación, le pregunta que cómo le van a hacer para que ellos crean "en lo que en muchos años no se ha hecho".
Meade acepta que hay una desconfianza "brutal" en los partidos, pero que no todos son iguales.
Después, les platica lo mismo que ha repetido en su campaña: la presentación de la 7de7 por parte de su gabinete para promover la transparencia, salud universal con clínicas equipadas, además de mejor educación.
A su salida, Francisco Guerrero sigue de cerca a José Antonio Meade. El vicecoordinador de Análisis y Estrategia de la campaña es miembro de la Universidad Anáhuac y lo dice con orgullo cuando los reporteros se lo preguntan.
"¡Vas a ser el próximo presidente de México!", le gritan un joven cuando Meade va saliendo del auditorio y más estudiantes se arremolinan para que les firme el libro que les dieron y se tome una foto con ellos.
María Elena Morera, de la organización Causa en Común, se toma también la foto y tuitea luego que la propuesta de seguridad del candidato estuvo muy bien explicada.
Cuando se despide del lugar Meade mantiene la sonrisa.
-¿Después de esto a la Ibero?, se le pregunta.
"A donde me inviten, yo siempre", responde.
Aunque para esa universidad, todavía no hay fecha.