Beatriz Mojica Morga, candidata al Senado de la República por la coalición 'Por México al Frente', aseguró que el actual proceso electoral está en riesgo debido al incremento de la violencia política de género.
"En este proceso electoral, la violencia política de género se ha incrementado de manera considerable", afirmó en entrevista para El Financiero.
La excandidata a la gubernatura de Guerrero insistió en que la participación "plena" de las mujeres en la esfera política está inhibida por la violencia de género, y agregó que las contendientes a puestos públicos son las más "violentadas".
Datos del informe 'Víctima de Delitos del Fuero Común 2018', publicado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), apuntan que hasta abril de 2018 se han cometido 269 feminicidios, de los cuales 71 fueron cometidos con arma de fuego.
El 16 de mayo, Mojica presentó una denuncia por amenazas ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra René Juárez, dirigente nacional del PRI, David Jiménez Rumbo, diputado federal del PRD, y Manuel Añorve, candidato del PRI al Senado de la República.
Durante un mitin, Añorve y Jiménez Rumbo pidieron "la sangre" de la también exsecretaria general del PRD, por lo que Mojica acudió al Instituto Nacional Electoral (INE) para solicitar la activación del protocolo por violencia de género, sin que obtuviera una respuesta favorable.
Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, señaló durante la presentación del protocolo de seguridad para el proceso electoral, que la Secretaría de Gobernación (Segob) sería la encargada de garantizar la seguridad a los candidatos a cargos públicos.
El consejero presidente también subrayó que los órganos electorales deben garantizar la fiabilidad de la contienda.
Por otra parte, la candidata al Senado señaló que el secuestro de su hermana, Teresa Mojica, el 20 de marzo en la autopista el Sol, y el robo en dos ocasiones de la camioneta en donde transportaba su propaganda son amenazas del PRI para que desista de su candidatura.
"Definitivamente es una amenaza en torno a mi candidatura porque yo estoy compitiendo por la primera fórmula del Senado, por ganar la fórmula de mayoría. Si yo estuviera en último lugar, no estaría recibiendo toda una estrategia de violencia política, de violencia contra mí. Desde luego, tiene todo que ver con la parte electoral", aseguró la frentista.
De acuerdo con la consultora Etellekt, especializada en análisis de riesgos y políticas públicas, hasta el 8 de mayo se han registrado en el país 305 agresiones directas e indirectas contra actores políticos, su familia y colaboradores.
Según el informe, del total de agresiones contabilizadas en los ocho meses que lleva el proceso electoral, 93 fueron homicidios. En 35 de estos crímenes las víctimas fueron precandidatos o candidatos.
Al informe de Etellekt se debe sumar el asesinato de Jorge Nájera, quien se desempeñaba como supervisor electoral en Guerrero.