Los mercados financieros han visto resurgir los temores a la desaceleración de la actividad económica en el mundo y de las presiones deflacionarias, advirtieron analistas.
Arturo Espinosa, director de Estrategia de Renta Variable de Santander, dijo que los datos macroeconómicos generaron incertidumbre en los inversionistas sobre la salud de la economía mundial.
En particular recordó el débil reporte de ventas minoristas y de la situación laboral de Estados Unidos de agosto y septiembre, así como la fuerte caída de las importaciones de China y la desaceleración de la inflación a 0.2 por ciento, como ejemplos de los magros datos internacionales.
A estos datos se suma la desaceleración de la producción industrial en la zona del euro; las diferencias de opinión al interior de la Reserva Federal (Fed) sobre el inicio del ciclo de alza da las tasas de referencia en Estados Unidos.
Además de la disminución en el rendimiento de los bonos estadounidenses y la baja en la probabilidad de que la Fed eleve sus tasas de interés a corto plazo.
"En el entorno internacional habrá que poner atención a eventos en diferentes partes del mundo.En Europa se espera una decisión de política monetaria del Banco Central Europeo, para la cual se percibe una probabilidad creciente de que se aumente el grado de estímulo a la economía ante la baja reciente en las lecturas de inflación que han experimentado", anticipó el director de Estudios Económicos de Scotiabank Mario Correa. Mientras que para China se esperan los datos del PIB al último trimestre, que en caso de debildad elevarían la incertidumbre.
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