La actividad de fusiones y adquisiciones en México durante la primera mitad de este año ha reflejado el continuo efecto de tendencias clave nacionales, regionales y globales, que han estado impactando el mercado desde 2014.
Mientras que el mercado doméstico continúa cosechando los beneficios de las recientes reformas en las industrias de energía, telecomunicaciones y finanzas y en áreas como son la fiscal y de competencia, los factores globales como la reciente caída de los precios del petróleo y recursos naturales, así como algunos retos domésticos, sin duda han tenido impactos variados.
No obstante, hemos encontrado que nuestros clientes (sean empresas con programas estratégicos o inversionistas financieros) conservan una visión de largo plazo en cuanto a los prospectos de crecimiento de México. Y las reformas, junto al crecimiento continuo en México, han reforzado la percepción de inversionistas extranjeros de que el sistema político del país está efectuando cambios estructurales claves para el crecimiento a largo plazo.
Como resultado, la actividad mexicana de fusiones y adquisiciones continúa beneficiándose de varias ventajas en relación a sus pares en la región. La promesa de sus recientes reformas en sectores importantes, estabilidad política, la proximidad e interconectividad con una economía estadounidense en recuperación y una amplia base industrial en crecimiento son buenas noticias para los asesores y participantes activos en fusiones y adquisiciones para el corto y mediano plazo.
Este año ya nos ha mostrado a múltiples y diversos inversionistas globales en búsqueda de oportunidades de largo plazo en México, en particular en los sectores de la economía en proceso de cambios estructurales importantes.
No cabe duda que con estos cambios el mercado de fusiones y adquisiciones mexicano se seguirá integrando cada vez más con las mejores prácticas mundiales. Por lo tanto, ha aumentado la necesidad de que sus participantes estén capacitados para lidiar con otros temas que surgen en operaciones de este tipo, tales como la creciente asertividad de los accionistas minoritarios, preocupaciones de compradores sobre políticas contra la corrupción y estructuras de financiamiento de adquisiciones.
Ante este futuro del mercado, experiencia sofisticada de participantes tanto locales como internacionales en conjunto será de gran importancia para estructurar operaciones exitosas.