Economía

Ven en acuerdo azucarero prólogo de un mal TLCAN 2.0

Activistas, productores y empresarios coincidieron en que México demostró debilidad en la negociación del acuerdo azucarero pactado en junio al aceptar condiciones menos favorables para México.

El acuerdo azucarero alcanzado hace unos meses entre México y Estados Unidos es el preámbulo para una mala negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), advirtieron activistas, productores y empresarios.

Ello, debido a que México cedió en el acuerdo azucarero pactado en junio al aceptar condiciones como mandar más azúcar de menor calidad que antes, lo que reduce el valor agregado nacional, con tal de no perder el acceso libre al mercado estadounidense.

En conferencia de prensa, los ponentes coincidieron en que México demostró debilidad al no tocar las importaciones de fructosa estadounidense, las cuales inundan el mercado mexicano y quitan mercado a los azucareros nacionales, sobre todo en la industria de alimentos y bebidas. Y el no tocar las importaciones de fructosa de EU es una doble desventaja, pues los azucareros mexicanos ven como se les ponen más condiciones para exportar a EU, pero no se responde localmente para que se reaccione en contra de la fructosa de EU la cual, acusan, llega a entrar con dumping.

"Es un acuerdo desbalanceado, insostenible y se deberían exigir otras cosas en el tema de la fructosa", dijo Enrique Bojórquez, director de la empresa Sucroliq, durante conferencia de prensa convocada por la organización El Poder del Consumidor.

Esta apreciación se comparte en algunos grupos de productores, como El Barzón, organización que ve al nuevo pacto azucarero como el resultado de que México cayó en la trampa de la amenaza de imponer aranceles a sus productos, una maniobra que se repite para le modernización del TLCAN.

"Es importante analizar el contenido y la forma del contenido del acuerdo azucarero porque es el modelo que se sigue en la negociación integral del tratado comercial (TLCAN)", dijo Alfonso Ramírez Cuellar, de El Barzón.

En tanto que para la Asociación Nacional de Empresas Comercializadores de Productores del Campo (ANEC), dirigida por Víctor Suárez, lo mejor será que no se negocie el TLCAN hasta que entre una nueva administración presidencial en México.

"El Gobierno mexicano está en extrema debilidad en la renegociación del TLCAN. Así como se renegoció el azúcar en contra de los intereses de México, así se renegociará el sector agroalimentario", dijo Suárez.

A principios de junio pasado, México y Estados Unidos firmaron los nuevos acuerdos de suspensión del azúcar, los cuales acotaron más las exportaciones de azúcar mexicana a ese país con tal de evitar aranceles.

Si bien el acuerdo logró incrementar el precio del azúcar mexicana en EU, también estableció que el cupo máximo de exportaciones de azúcar de refino será de 30 por ciento por ciclo y no de 53 por ciento, porcentaje que operaba antes de esta negociación.

También reduce el parámetro para determinar si el azúcar es de refino o cruda a 99.2 por ciento de pureza del 99.4 por ciento anterior. Esto es clave ya que con el parámetro anterior los mexicanos podían llegar directamente a los consumidores intermedios como la industria de ingredientes alimentos y bebidas, donde el azúcar tiene mayor precio y ahora se verán forzados a enviar la mayoría de sus exportaciones a las refinadoras, perdiendo mercado de valor.

Además da a México carácter preferencial para cubrir las necesidades adicionales de azúcar de EU.

EL CONFLICTO EN RESUMEN

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México exportaba azúcar con aranceles hasta el 2008, la fecha fijada en el TLCAN que liberó el mercado.

Pero en 2014 EU acusó a México de prácticas desleales y subsidios al azúcar de exportación, por lo que impuso aranceles.

Para librar los aranceles, ambos países negociaron los llamados acuerdos de suspensión que establecen que sólo el 53 por ciento de las exportaciones sean azúcar refinada, una fórmula para fijar el volumen total a exportar cada año con base en la producción de EU, pero también señalan que cualquier demanda adicional será cubierta por México luego de que se cumplan las cuotas de importación a otros países.

Sin embargo, desde el año pasado EU ha tratado de modificar los acuerdos de suspensión para acotar más la entrada de azúcar de refino y hace unos meses ambos países anunciaron negociaciones para llegar a un acuerdo.

Semanas después, ambos anunciaron que no lograban un acuerdo y EU fijó el 5 de junio para concretarlo, de lo contrario, entrarán aranceles contra el azúcar mexicana.

Ambos países llegaron a un acuerdo en la primera semana de junio, el cual estableció que el cupo máximo de exportaciones de azúcar de refino será de 30 por ciento por ciclo y no de 53 por ciento, como era antes. Además, reduce el parámetro para determinar si el azúcar es de refino o cruda a 99.2 por ciento de pureza del 99.4 por ciento anterior.

Esto es clave ya que con el parámetro anterior los mexicanos podían llegar directamente a los consumidores intermedios como la industria de ingredientes alimentos y bebidas, donde el azúcar tiene mayor precio y ahora se verán forzados a enviar la mayoría de sus exportaciones a las refinadoras, perdiendo mercado de valor.

Además, da a México carácter preferencial para cubrir las necesidades adicionales de azúcar de EU.

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