ARGENTINA.- El presidente del banco central de Argentina, Juan Carlos Fábrega, no estudió en una de las universidades de la Ivy League como su antecesora, Mercedes Marcó del Pont. En realidad, Fábrega no tiene ningún título universitario.
Lo que sí posee es la experiencia adquirida en una carrera de cuatro décadas en el mayor banco comercial del país y como productor de uvas para las bodegas que elaboran vino Malbec en su provincia natal de Mendoza. Esos conocimientos incidieron en la decisión de Fábrega de implementar medidas –como la devaluación del peso y el aumento de las tasas de interés- que, según los banqueros y los analistas, frenaron el desplome de las reservas de divisas y atenuaron los temores de que el país se dirigiera a su segunda cesación de pagos desde 2001.
"Tiene la capacidad de ver las cosas tal como son y no quedar cegado por la ideología", dijo Federico Sturzenegger, legislador opositor y ex presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires. "Sabe lo que es ser productor. Le da al gobierno la conexión con la realidad que le faltaba".
A cuatro meses de asumir su cargo, Fábrega, de 65 años, está comenzando a atraer a los inversIonistas en bonos conforme aleja al país sudamericano del borde de la crisis financiera. Los bonos argentinos denominados en dólares subieron durante cinco semanas consecutivas, recuperándose de una liquidación que llevó los rendimientos por encima del 13.5 por ciento en momentos en que las reservas de divisas caían al nivel más bajo en siete años. Ningún país en desarrollo registró aumentos más grandes en el mercado de deuda el mes pasado.
DINERO ESCASO
Mientras que Marcó del Pont, economista con un máster de la Universidad de Yale, aplicó las políticas monetarias expansionistas que prefería la presidente Cristina Fernández de Kirchner, Fábrega retiró dinero de la economía y elevó las tasas locales de referencia 13 puntos porcentuales.
Bajo su vigilancia, el banco central retiró 73 mil 700 millones de pesos argentinos del sistema bancario este año para apuntalar el peso después de la devaluación de 19 por ciento de enero, proteger las reservas y frenar una inflación que llegó a 28 por ciento el año pasado. En los cuatro años de gestión de Marcó del Pont al frente del banco, la masa monetaria creció a un ritmo anual promedio de 32 por ciento.
Fábrega no accedió a formular declaraciones a través del funcionario de prensa del banco central José Luis Olivero. Marcó del Pont, que ahora es directora de la firma de investigación de Buenos Aires Fide, no respondió una llamada telefónica ni un mensaje de correo electrónico en los que se le pedían comentarios.
Días antes de dejar el banco central, Marcó del Pont dijo en un discurso en Buenos Aires que el país debía tomar medidas para combatir la inflación sin ahogar el consumo que impulsaba el crecimiento económico.
"El gran desafío es buscar herramientas heterodoxas para llegar a una inflación más baja sin suprimir la demanda", declaró Marcó del Pont en un seminario el 15 de noviembre. "Tomaremos todas las medidas necesarias sin sacrificar lo que se ha ganado en este proceso que comenzó hace diez años".
Fábrega está asegurando la estabilidad financiera, al menos por ahora, dijo Sturzenegger, el legislador opositor.
"No quiere quedar en los libros de historia como el presidente del banco central que se comió todas las reservas de Argentina", agregó Sturzenegger.
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