Enrique Villagómez
ACAPULCO, Gro.- El alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, estimo que los miles de turistas que llegaron a este destino de playa para disfrutar de las fiestas navideñas dejarán una derrama superior a los 2 mil 500 millones de pesos, lo que permitirá revitalizar la economía local.
"Creemos que será un poco más de esa cantidad porque las vacaciones aun no terminan, pero en un primer corte de caja les puedo asegurar que este periodo vacacional ha sido uno de los mejores que ha tenido Acapulco durante los últimos años", afirmó.
Al encabezar una reunión de trabajo con representantes de los tres niveles de gobierno que conforman el Centro de Atención y Protección al Turismo (Capta), Walton Aburto celebro que hasta el momento el periodo vacacional tenga "saldo blanco", a pesar de los 10 incendios que se registraron en las primeras horas de este nuevo año.
"El año pasado tuvimos lamentablemente 8 decesos por sumersión en las diferentes playas del puerto, pero afortunadamente este año no llevamos ninguno. También quiero decirles que el año pasado se extraviaron y se recuperaron alrededor de 100 menores de edad y ahora solo han sido 18 de estos casos", detallo el alcalde.
Un informe de la Policía Federal sector caminos, señalo que hasta el 31 de diciembre pasado, habían ingresaron al puerto alrededor de 150 mil vehículos entre automóviles particulares y camiones del servicio público de pasajeros, pero que a la fecha ya han dejado este destino de playa casi la mitad de ellos.
La Secretaria de Fomento Turístico (Sefotur), reporto que durante el segundo día del 2014, Acapulco mantuvo una ocupación promedio del 94.4 por ciento, siendo las zonas diamante y dorada las de mayor afluencia turística en este destino de playa.
Por su parte, la Promotora y Administradora de Playas señaló que a la fecha se han recolectado alrededor de mil 500 toneladas de basura a lo largo de los 26 kilómetros de playa que tiene el puerto, y que el personal que funge como salvavidas ha logrado rescatar a 26 personas en peligro de ahogarse, ya que han ingresado al mar en estado de ebriedad, cuando acaban de comer o incluso sin saber nadar.
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