Economía

Wall Street se está quedando sin amigos en la Casa Blanca

El grupo cercano al presidente de Estados Unidos está compuesto por empresarios. Sin embargo, la salida de Gary Cohn preocupa a los inversionistas, ¿por qué?

El martes por la mañana en Manhattan, Kathy Wylde envió un correo electrónico invitando a Gary Cohn a una nueva reunión. Wylde dirige un grupo de ejecutivos de empresas con buenas conexiones, Partnership for New York City, que se reunieron con Cohn y Donald Trump el año pasado para hablar sobre infraestructura.

A las pocas horas, Wylde abrió un correo de un colega con la noticia de que Cohn, expresidente de Goldman Sachs, renunciaba como principal asesor económico del presidente de Estados Unidos.

"Ahí va nuestra reunión", se dijo a sí misma. Sin embargo, a medida que decantaba la noticia, la preocupación de Wylde crecía. El alejamiento de Cohn "debilita la confianza en que hay alguien en la Casa Blanca que comprende al sector financiero", mencionó más tarde. "Es preocupante".

Durante su campaña, Trump pintó a los ejecutivos de Wall Street como villanos codiciosos.

Posteriormente, recurrió a ellos para que ocuparan puestos de alto nivel en toda su administración, donde contribuyeron a impulsar abultadas reducciones de impuestos a las empresas y una desregulación que el sector ansiaba desde hacía años.

Ahora que Cohn abandona la Casa Blanca no mucho después que Dina Powell, excolega de Goldman Sachs, el sector está preocupado. Está perdiendo amigos dentro del Gobierno.

‘Gente seria’

Durante más de un año, la presencia de Cohn en la Casa Blanca aplacó los nervios de las personas más poderosas de las finanzas.

Días antes de la asunción de Trump, el máximo responsable de JPMorgan, Jamie Dimon, explicó en una entrevista en Bloomberg Television por qué no se estaba inquieto por el futuro de Estados Unidos, pese a la campaña populista del presidente entrante. Trump estaba trayendo "gente muy seria" aseguró el banquero, mencionando a Cohn.

Dimon agregó luego que algunos estaban preocupados por la política comercial inusual de Trump, pero que era "exagerado" desde el momento que el timón estaba en manos de personas tan racionales.

Esta semana, Cohn explicó que abandonaba su cargo ahora que la administración se dispone a imponer fuertes aranceles al acero y el aluminio a los cuales él se opone. En un comunicado distribuido por la Casa Blanca no se menciona la disputa.

La posibilidad de que el alejamiento de Cohn active políticas proteccionistas creó turbulencias en los mercados mundiales. En las horas que siguieron a su anuncio, los futuros del índice S&P 500 cayeron más de uno por ciento. También se desplomaron las acciones de los bancos, en tanto Goldman Sachs bajó aproximadamente 2 por ciento en las operaciones poscierre.

Tom Nides, vicepresidente de Morgan Stanley, estaba solo sentado en su oficina mirando CNN cuando se conoció la noticia. "Eso es un problema", dijo en voz alta.

"Se puede amar u odiar a Gary, pero la experiencia es importante y a Gary le sobra", declaró más tarde Nides, que fue subsecretario de Estado durante la administración de Barack Obama. "Y me parece que eso es realmente importante, tanto con mercados tranquilos como con mercados agitados".

Ciertamente, los bancos aún consiguen lo que quieren en muchos frentes en Washington, sobre todo en lo que se refiere a flexibilizar las normas sancionadas tras la crisis financiera.

El Senado se apresta a avanzar con una vuelta atrás integral que reducirá el número de entidades crediticias consideradas "demasiado grandes para quebrar". En otras áreas, el Departamento del Tesoro recomendó muchos más retoques.

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