Economía

Tras reversión del flujo migratorio de México a EU, ¿caerán las remesas?

Por décadas, millones de mexicanos llegaron año con año a ese país en búsqueda de una mejor vida y mejores oportunidades de desarrollo y nadie pensaba que eso pudiese revertirse, pero ¿afectará el envío de remesas? Expertos responden.

En días recientes, un estudio reveló lo que hasta hace muy poco parecía imposible: más mexicanos salen ahora de Estados Unidos de los que llegan.

Por décadas, millones de mexicanos llegaron año con año a ese país en búsqueda de una mejor vida y mejores oportunidades de desarrollo. Nadie pensaba que eso pudiese revertirse, al menos no hasta que la economía mexicana registrará fuertes tasas de crecimiento.

México no ha crecido de forma acelerada en los últimos tres años y sin embargo el flujo migratorio comienza a revertirse, como reportó recientemente el diario The Wall Street Journal con base en un estudio elaborado por el centro de investigación estadounidense, Pew Research Center.

Ese cambio, que sin duda despertará diversos análisis socio-económicos y demográficos en el futuro cercano, podría, en una primera instancia, tener un impacto económico relevante. ¿Tendrá México la capacidad para absorber a aquellos mexicanos que salieron del país y ahora vuelven?

Pero antes que eso, algunos economistas comienzan ya a preguntarse si de forma más inmediata el cambio migratorio, que deberá obviamente confirmarse en los siguientes años, podrá afectar los envíos de recursos desde el exterior al país.

Hasta ahora no hay ninguna evidencia de ello y los expertos no esperan que eso ocurra, al menos en el corto y mediano plazo.

Al contrario, los envíos de fondos desde el exterior al país, también conocidos como remesas, no sólo no reflejan el cambio en la tendencia migratoria, sino que al contrario han crecido y mantienen tasas de avance positivas, como la que reporta hasta ahora Banco de México para este año de un crecimiento de las remesas de 6%, tras un avance de 8% en 2014 comparado con 2013.

En resumidas cuentas, hasta ahora no hay correlación entre las remesas y el cambio de tendencia migratoria, que de hecho ha comenzado a tomar lugar en los últimos seis o siete años, desde la crisis económica internacional, mejor conocida como la Gran Recesión.

Para los expertos, esa falta de correlación entre los dos fenómenos la explican varios factores.

Uno de los más destacados es el fuerte cambio en el tipo de trabajo que hoy realizan los migrantes mexicanos en Estados Unidos, versus los que desempeñaban hace unos años.

El otro factor relevante que con frecuencia mencionan los expertos es que los migrantes mexicanos reportan hoy salarios mucho mejores a los que percibían hace algún tiempo.

"Por un lado, está disminuyendo el flujo de migrantes, pero por otro lado las características de la mano de obra han cambiado. . . estamos hablando de empleo mejor calificado", dijo Alfredo Salgado, economista de BBVA Bancomer, el mayor banco del país, en una entrevista telefónica.

"La proporción de migración legal está subiendo" respecto a la ilegal.

El crecimiento de las remesas ha sido, de hecho, uno de los pocos indicadores económicos alentadores de México este año. Si el crecimiento en dólares es bueno, en pesos ha sido espectacular.

La depreciación de 10.5% que ha registrado la moneda mexicana contra el dólar este año y de 17% en los últimos 12 meses, ha provocado que los envíos desde el exterior al país registren un avance acumulado en 2015 de 25.4% en pesos, el mayor avance para ese lapso en 11 años.

Si a esto se suma el hecho de que la inflación ha estado bajo control todo el año en niveles cercanos o inferiores a 3%, entonces el crecimiento de las remesas en pesos es uno de los factores que explica el crecimiento que ha registrado el consumo este año.

De ahí, la preocupación de algunos de que ante la reversión de los flujos migratorios de México a Estados Unidos, la economía mexicana podría padecer un descenso de las remesas.

No por ahora, dijeron los expertos.

La escasez de mano de obra mexicana en algunos sectores económicos de Estados Unidos, como el agrícola, está permitiendo que los trabajadores mexicanos que se desempeñan en esas actividades ganen más hoy y puedan enviar más fondos al país, que antes.

En muchas empresas agrícolas de Estados Unidos, la menor demanda por ese tipo de trabajos les está generando estragos. Frente al poco interés de los ciudadanos estadounidenses por esos empleos, las compañías agrícola-industriales estadounidenses han incluso incrementado sus sueldos, en beneficios de los trabajadores y sus familiares en el país.

"La migración mexicana se está reduciendo de manera muy significativa. . . ya no es opción ir a Estados Unidos por los costos y los riesgos", dijo Jorge Durand, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en una entrevista telefónica. Sin embargo "las condiciones económicas en Estados Unidos han mejorado".

Así que si bien, por una parte, es más difícil para los mexicanos ir a trabajar a Estados Unidos, principalmente por las crecientes medidas de seguridad que ha impuesto el gobierno de ese país, lo que podría explicar el cambio en el flujo migratorio, por otra parte, aquellos que migran encuentran mejores empleos con mejor paga.

Para los especialistas, es aún muy temprano hablar del efecto final que traerá la caída de la migración mexicana a Estados Unidos sobre los recursos que llegan a México ya que todo dependerá de cual efecto ganará: la menor presencia de migrantes mexicanos versus su mayor remuneración.

De hecho, actualmente el efecto que va a la vanguardia es el segundo. Los países con mano de obra mejor calificada son los que, tras la llegada de esos trabajadores a otros países, reciben mayores remesas.

"Los casos de países desarrollados como Francia y Alemania son en los que vemos a los principales receptores mundiales de remesas", agregó Salgado.

Éstos "se caracterizan por una migra más calificada" que otros países como China o La India.

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