Economía

Terrorismo moldearía las coberturas de aseguradoras británicas

Casos recientes como los ataques en el Reino Unido expusieron que existen lagunas dentro de las coberturas de algunas aseguradoras que deben ser cubiertas, ante nuevas amenazas.

Los seguros que cubren atentados terroristas deben adaptarse para hacer frente a las amenazas de ataques perpetrados por los llamados 'lobos solitarios' y al incremento de los ciberdelitos.

Ésa es la opinión de Julian Enoizi de Pool Reinsurance Co., la organización vinculada al Gobierno británico que respalda a aseguradoras frente a los pagos relacionados con el terrorismo.

Pagos
La ampliación de la cobertura para una empresa implicaría mayores primas de reaseguro para las firmas del sector.

Daños
Las principales reclamaciones para las aseguradoras en Inglaterra se darían por la interrupción de negocios.

Beneficios
Algunas aseguradoras venden protecciones que cubren los ingresos del negocio cuando no opera.

La ola de ataques recientes en la capital británica y el atentado suicida con bomba en un concierto pop en Mánchester en mayo expuso lagunas en la cobertura que han de ser abordadas, dijo.

"Tenemos que eliminar vacíos como la interrupción de negocios que no es el resultado de daños físicos y la cobertura del terror cibernético, así como la baja utilización entre las empresas fuera de Londres", dijo el director ejecutivo de Pool Re en una entrevista telefónica.

Los atentados con coches en el Puente de Westminster en marzo y en el Puente de Londres tres meses más tarde pusieron de relieve cómo el sector "debe abordar la cuestión de que el seguro de coches ofrece cobertura ilimitada", dejando expuestas a las aseguradoras a enormes reembolsos, señaló.

Pool Re se creó como una asociación entre el sector y el Gobierno en 1993 después de que la campaña de violencia del Ejército Republicano Irlandés Provisional instase a las aseguradoras a retirar la cobertura de daños relacionados con atentados terroristas. La compañía ha efectuado pagos de más de 600 millones de libras esterlinas (780 millones de dólares) por reclamaciones. El pago de mayor cuantía fue el de 262 millones de libras por el atentado con bomba del IRA en Bishopsgate, en el distrito financiero de la ciudad de Londres, ese mismo año.

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