Las tasas de corto plazo no muestran una tendencia clara, y es que aun con la reciente volatilidad externa generada en Ucrania, los réditos nacionales comenzaron a anticiparse a un escenario de menor inflación en el mediano plazo, lo que generó bajas en los réditos de largo plazo.
En esta ocasión los intereses de corto plazo tuvieron movimientos alternos, ya que mientras la emisión a 28 días de los Certificados de la Tesorería (Cetes) registró un mínimo avance de un punto base para quedar en 3.16 por ciento anual, la emisión a 91 días se redujo en tres puntos base y quedó esta semana en 3.31 por ciento.
Por su parte, los títulos a 182 días se mantuvieron sin cambios en 3.49 por ciento por segunda semana consecutiva.
Las mayores bajas se acentuaron en los títulos de largo plazo, encabezados por los Cetes a plazo equivalente a un año, que en esta ocasión retrocedió 11 puntos base para fijarse en 3.67 por ciento.
En lo que respecta al rendimiento de los Bonos a tasa fija a 10 años, en esta subasta cayó 14 puntos base, para quedar en 6.32 por ciento e incluso la tasa real de los Udibonos a nueve mil 751 días pasó de 4.03 a 3.77 por ciento anual. Por mucho, estos valores se mantienen como los más atractivos del mercado de dinero.
En tanto que la sobretasa de los Bonos de Desarrollo (Bondes D) a mil 799 días se situó en 0.26 unidades, con una mínima ganancia de un punto base, ante la estabilidad mostrada por las tasas de corto plazo de los Cetes.
Economía