Economía

Crisis rusa pega al destino favorito de los millonarios europeos

Debido a la caída del rublo y al llamado del presidente Vladimir Putin de que los rusos vacacionen en Rusia, St. Moritz, ubicada en los Alpes suizos, ha visto bajar la afluencia en sus hoteles durante la reciente temporada invernal, puesto que las reservaciones se redujeron entre un 8 y 10 por ciento.

Sergey Kyuregyan, un gerente de 35 años de edad de una empresa de energía de Moscú, decidió renunciar a unas vacaciones de esquí en Europa este invierno y viajar, en su lugar, al Mar Negro. "Yo quería pasar mis vacaciones en Rusia", dijo, explicando que en el pasado había ido a Suiza, Austria e Italia. "Decidí que iría a esquiar a Sochi".

El número de rusos que se alojan en hoteles de Suiza disminuyó en 2014, ya que el rublo se desplomó y el gobierno del presidente Vladimir Putin instó a vacacionar en el país. Eso se sintió en la ciudad alpina de St. Moritz, sede de los juegos Olímpicos de invierno de 1928 y 1948. Aquí, los coches caros recorren las calles repletas de boutiques como Prada SpA y Hermes International. Famosa por su campeonato anual de polo sobre hielo y su adinerada clientela, la ciudad, que es más cara que Davos, ha demostrado ser recientemente un destino popular para la clase alta rusa.

En el hotel Kulm de 126 habitaciones, que ofreció una cena para la víspera de la Navidad Ortodoxa Rusa el 6 de enero, con una cantante de ópera, por 600 francos (590 dólares) por persona, las reservas de huéspedes rusos este invierno se han reducido entre un 8 y un 10 por ciento.


"No hay una lista de espera como había en años anteriores", dijo el CEO de Kulm, Heinz Hunkeler, explicando que durante la temporada de esquí los rusos constituyen alrededor del 13 por ciento de la clientela. "El rublo tiene un efecto cierto, pero, por supuesto, muchos de nuestros clientes tienen su dinero fuera de Rusia. El fenómeno nacionalista como respuesta al pedido de Putin de 'quédense en Rusia' no debe ser subestimado".

MENOS VISITANTES

A pesar de que los rusos sólo ocuparon el décimo lugar entre los visitantes extranjeros a Suiza en 2013, se encuentran entre los compradores más ávidos: Gastaron 230 francos por día, en comparación con un promedio entre los extranjeros de 180 francos, según datos de la oficina de turismo.

En St. Moritz, que en el curso del siglo 20 tuvo al bailarín ruso Vaslav Nijinsky y al Sah de Irán entre sus huéspedes ilustres, la oficina de turismo local espera un descenso en el número de visitantes rusos este invierno. Roberto Rivola, portavoz de la asociación, dijo que no era posible predecir qué tan grande sería el declive.

Otros países se han visto afectados de manera similar: los rusos se mantuvieron alejados de la Riviera francesa este verano, mientras que en Finlandia los rusos que cruzan la frontera para hacer compras están gastando menos.

Natalya Novikova, una gerente de una compañía de 34 años de edad, de Moscú, que ha ido a St. Moritz en los últimos seis o siete años, dijo que el colapso del rublo ha ausentado a algunos de sus amigos este año y ha conducido a que otros se conformaran con un alojamiento más barato. La mayor parte de su círculo vino no obstante, dijo. "No podíamos imaginarnos no venir - pase lo que pase", dijo Novikova, disfrutando de un café con su marido en el sol de la mañana. "Es uno de nuestros lugares favoritos en la tierra".

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