Economía

Sombra de Levy sobre banco central brasileño alienta especulaciones

Joachim Levy, recientemente nombrado ministro de Hacienda en Brasil, dijo que reducirá el déficit presupuestario para bajar la deuda del país como porcentaje del producto interno bruto; su designación ha llevado a los operadores a una mayor convicción de que los costos crediticios van a subir.

El ministro de Hacienda Joaquim Levy no está presente en la reunión que celebran hoy los banqueros centrales de Brasil para fijar las tasas de interés. De todos modos, su designación la semana pasada ha llevado a los operadores a una mayor convicción de que los costos crediticios van a subir.

La elección de Levy por parte de la presidenta Dilma Rousseff alimenta la especulación de que el gobierno redoblará los esfuerzos por contener una inflación que ha superado el punto central del objetivo del país durante los últimos cuatro años, según Icap Brasil y Votorantim Ctvm Ltda. Un día después de entrar en funciones, Levy, un ex ejecutivo de Banco Bradesco SA y secretario del Tesoro, aseguró que adoptaría una mayor disciplina fiscal y que reduciría la deuda en un país donde el gasto público ha llevado el déficit al nivel más alto en más de una década.

"Levy es un factor que apunta a una política económica más ortodoxa", dijo por teléfono desde Sao Paulo Guilherme Maia, un economista de Votorantim Ctvm. "Tenemos que pensar que las políticas monetaria y fiscal funcionarán juntas. Sin embargo, independientemente del ajuste fiscal que efectuará, es necesario ajustar la política monetaria a un ritmo más enérgico".




MANOS DE TIJERA

Levy, un economista que estudió en la Universidad de Chicago, dijo el 27 de noviembre que reducirá el déficit presupuestario para bajar la deuda del país como porcentaje del producto interno bruto. Durante su gestión en el Tesoro nacional, Brasil redujo la deuda pública de 60 a 48 por ciento del PIB.

La propensión de Levy a la reducción del gasto le valió el apodo de Manos de Tijera, una referencia a la película homónima de Tim Burton de 1990, durante su gestión como secretario de Finanzas del estado de Río de Janeiro.

El creciente gasto gubernamental durante el primer gobierno de Rousseff ha agravado el aumento de la inflación. Los precios al consumidor subieron 6.42 por ciento en los 12 meses hasta mediados de noviembre luego de superar el límite superior de 6,5 por ciento de la banda objetivo todos los meses desde agosto. El banco central busca mantener la inflación en 4,5 por ciento, más o menos dos puntos porcentuales.

La mayor economía de América Latina salió de una recesión en el tercer trimestre, cuando se expandió 0,1 por ciento, dijo el 28 de noviembre la agencia de estadísticas del gobierno. De todos modos, el crecimiento fue inferior a la mediana de las estimaciones de 0,2 por ciento de una encuesta de Bloomberg.

"Brasil acaba de salir de una recesión, de modo que en ese contexto el banco central no va a ser demasiado agresivo", dijo por teléfono Michael Henderson, analista para América Latina de Maplecroft, que tiene sede en Londres. "La inflación ha empezado a desacelerarse un poco, por lo que aún existe presión respecto del crecimiento, dado que no pueden arriesgarse a que el país vuelva a entrar en recesión".

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