CIUDAD DE MÉXICO.- Pese a reconocer el momento difícil por el que atraviesa la economía mexicana, la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) rechazó un recorte de personal en 2016 como parte del ajuste que realizará la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al presupuesto para el próximo año.
"El país requiere de mensajes que generen certidumbre y estabilidad. El gobierno federal sabe y valora la importancia de aclarar al millón y medio de trabajadores de base al Servicio del Estado, representados por la central FSTSE, que su fuente laboral está firme y segura", acusó Joel Ayala Almeida, presidente de esa central obrera.
El también senador priista aseguró que ante cualquier eventualidad y circunstancia económica que registre el país, "está firme la disposición y compromiso de los empleados de base, para seguir siendo ellos los que ejecuten y hagan cumplir los planes y programas de la actual administración".
Indicó que la FSTSE mantiene firme su compromiso con la base trabajadora de preservar los empleos, lo que se ha cumplido al hacer a un lado, en ocasiones anteriores, intentos de recorte de plazas a través de programas como el de Retiro Voluntario.
Ayala dijo que contrario al planteamiento hecho sobre un eventual ajuste presupuestario, para el año entrante se trabaja con la Secretaría de Hacienda por la ampliación y cumplimiento de los acuerdos alcanzados hace unos meses, sobre la creación de nuevas fuentes de trabajo en el área médica y paramédica de la Secretaría de Salud y del ISSSTE.
"Queda descartada cualquier posibilidad de despido de trabajadores al servicio del Estado, ante el anuncio de la Secretaría de Hacienda de llevar a cabo un ajuste al Presupuesto de la Federación para el año 2016", señaló el dirigente sindical.
Afirmó que la FSTSE apoya las medidas de austeridad que tomará el gobierno federal ante el momento difícil por el que atraviesa la economía internacional, ya que esas acciones permitirán justamente amortiguar el impacto en las finanzas públicas y poner a salvo no sólo planes y programas sociales, sino además las fuentes de trabajo de los empleados de base del gobierno federal.