Antonio Sandoval
Este lunes, 1 de julio, se cumplen 5 años de vigencia del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), el gravamen ideado como una herramienta contra prácticas de lavado de dinero y estímulo para la utilización de los medios de pago bancarios, tiene una trayectoria plenamente descendente en su corta historia.
Según cifras del Informe de Finanzas y Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la recaudación por dicho concepto tuvo los peores 5 primeros meses en este 2013.
En el periodo enero-mayo, el gobierno federal registró una recaudación negativa de 250.4 millones de pesos por concepto del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), el informe recoge cifras hasta mayo del presente año.
Las estadísticas señalan que en los primeros 5 meses de 2009 se captaron 16,536.4 millones de pesos, para el año pasado la recaudación ya se había desplomado a 2,466.9 millones y finalmente en el mismo periodo del presente año el mismo concepto se ubicó en menos 250.4 millones.
Sin embargo, existen varias estadísticas que reportan una trayectoria negativa en diferentes periodos de tiempo, por ejemplo las cifras mensuales, e incluso los saldos acumulados anuales del IDE.
Una de las causas que explicarían el desplome está contenida en la propia ley del IDE, que en su artículo séptimo señala la posibilidad de que dicho gravamen sea acreditable contra el Impuesto Sobre la Renta (ISR); es decir, pueda compensarse.
Aparentemente el beneficio fiscal ha sido bien aprovechado por quienes pagan IDE, en términos reales la tasa de crecimiento en el periodo enero-mayo fue de menos 54.2% para 2011, en el año 2012 también fue negativa con 52.1% y en el mismo lapso del año en curso ya las comparaciones no son significativas de acuerdo con el reporte de la SHCP.
Las cifras de la caída
Si bien la tendencia en la recaudación del IDE es negativa prácticamente desde su inicio, son los dos últimos años en los que se observa de manera especial una trayectoria plena de desplome.
En el año 2008, con todo y que solamente estuvo vigente seis meses, se logró una recaudación de 19,710.1 millones de pesos, la cifra más alta de cierre anual.
Para 2009 la tendencia de retroceso inició, el flujo acumulado en el primer año completo de vigencia del IDE fue de 17,567.7 millones de pesos. Aunque no son comparables por las diferencias de periodos, existe un descenso nominal de 10.87% entre los cierres anuales de los años 2008 y 2009.
Para 2010 la recaudación fue de 11,856 millones de pesos, lo que significa una contracción nominal más significativa respecto al periodo previo, de 32.5% para ser exactos. En 2011 el saldo final es de menos 10,573.8 millones de pesos, mientras que para 2012 la recaudación vuelve a ser positiva pero con solo 3,056 millones, el flujo acumulado a favor más bajo en la corta historia del IDE.
El IDE forma parte de los recursos participables de la Federación; es decir, los fondos que se captan se gastan en la entidad de origen, permitiendo contar con flujos adicionales, la realidad es que los beneficios fiscales diluyen su aprovechamiento.
En el Presupuesto de Gastos Fiscales 2013 presentado la semana pasada por la SHCP al Congreso mexicano, el IDE no se considera ya que de acuerdo con la dependencia se trata de un impuesto de aplicación general que no contiene tratos de excepción.
En otras palabras, lo que se recauda en el IDE no está contemplado como parte de lo que deja de captar el gobierno federal por concepto de tasas diferenciadas, exenciones, subsidios y créditos fiscales, condonaciones, etcétera.
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