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La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) descartó modificar el pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3.5%, a pesar del avance del 1.0% que tuvo en el primer trimestre del año, señaló el titular de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública, Ernesto Revilla Soriano.
En conferencia de prensa sobre las finanzas públicas al primer trimestre del año, el funcionario explicó que la economía mexicana "continúa expandiéndose" aunque a un ritmo menor, motivado por situaciones estacionales.
Agregó que en relación con igual periodo del año anterior, se observa el año bisiesto y la Semana Santa en donde hay menos días laborales que en 2012, por lo que al ajustar la cifra por estacionalidad y eliminando estos factores, ese uno por ciento, se traduce en 2.3 por ciento en términos reales.
Al calcular el tiempo en que la economía mexicana pueda seguir con un ritmo de desaceleración, dijo que esta lectura se dificulta ante tantos indicadores que van en sentido contrario. "Lo que sí es cierto es que (los factores) provienen del sector externo".
Y en ese sentido, comentó que hoy en día hay buenos datos de consumo en Estados Unidos, sobre todo fundamentados en el precio, por lo tanto, "para este año nosotros no cambiamos el pronóstico de 3.5%".
En Estados Unidos, mencionó, la producción industrial se sigue revisando al alza, de manera que la lectura para la economía es de una aceleración en el segundo y tercer trimestre "para que la segunda mitad del año sea mejor que la primera".
Resaltó que por primera vez en décadas, los motivos de desaceleración en el país son situaciones externas, particularmente lo que suceda en Estados Unidos, Europa y el resto del mundo.
En materia de gasto y subejercicio que reveló el reporte del primer trimestre del año, indicó que de la misma manera, para este caso se tienen diferentes motivos de comparación de 2012 contra 2013.
Enfatizó que en el último año de un sexenio, como lo fue 2012, el gasto se concentra más en la primera mitad del año, donde se incluye el del IFE y los subejercicios que presentaron las finanzas públicas en el primer trimestre del año; además de que se compara con el primer año de una administración en la cual el presupuesto se aprueba más tarde.
Detalló que este presupuesto para 2013 se aprobó hasta el 21 de diciembre y eso hace que se retrase un poco la firma de convenios y publicación de operación, por lo que se vislumbra un gasto mucho más bajo, contra uno relativamente alto en 2012.
A su vez, la directora general de la Unidad de Política y Control Presupuestario, Teresa Castro, explicó que la ley prevé los tiempos establecidos en un cambio de administración y por lo tanto, alinear las reglas llevan un lapso de diseño y planeación.
Ello, ocasiona que la estacionalidad sea baja, sin embargo, en las estadísticas del mes de marzo la ejecución del gasto es por encima del aprobado. La propia ley prevé 90 días para subsanarlos y 90 para su aprobación y lo que no sea subsanado será reasignado conforme a la ley en programas sociales y de inversión.
Por su parte, Revilla Soriano señaló que ya se observa incluso en los meses de enero y febrero el rezago, lo cual "da soporte a la hipótesis que publicamos en el informe del inicio de administración.
Sin embargo, el gasto de marzo ya tiene incluso un sobre-ejercicio por un monto importante de 14 mil millones de pesos, lo que confirma que convergerá a su nivel aprobado por el Congreso de la Unión", por lo que no hay ningún riesgo en los programas aprobados.
Asimismo, se refiere a la reducción que el reporte mostró en materia de recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) atribuido particularmente al ejercicio de "El Buen Fin" durante el final de 2012.
En ese sentido, el titular de la Política de Ingresos de la SHCP, Rodrigo Barros, dijo que ese fenómeno cambia la estacionalidad del consumo al adelantar compras que se daban normalmente en diciembre y eso quiere decir que el consumo de diciembre pega a la recaudación de enero.
En tanto, la recaudación del IVA se ve afectada por ello, pero no es motivo para recomendar la cancelación del programa, ya que sólo se desplaza la recaudación, pero no tiene ningún efecto sobre el total.
"Por lo tanto, ni se nos ocurre la idea de sugerir eliminar un programa que está funcionando bien. No hay ningún efecto en términos totales".
Por otro lado, en relación a los ingresos petroleros, el funcionario señaló que impacta el hecho de que hay un menor precio internacional y un tipo de cambio mucho más apreciado que el año pasado.
Ello, sin embargo, no es motivo para reactivar el programa de coberturas petroleras, ya que es un derivado que se activa cuando la mezcla mexicana de hidrocarburos está por debajo de lo aprobado por el Congreso de la Unión y no es este el caso.
"En la medida en que eso no suceda no aplican las coberturas petroleras. Ahora tenemos un precio promedio por arriba de los 100 dólares" y la disminución de los precios se debe también a otros factores.
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