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México es uno de los pocos mercados emergentes grandes donde el potencial del Producto Interno Bruto (PIB) se ha incrementado recientemente y se espera que así continúe, afirmó BofA Merrill Lynch Global Research (BofAML).
El economista en Jefe para México de BofAML, Carlos Capistrán, explicó que existen varios factores detrás de este incremento, y, desde su punto de vista, no se trata únicamente del actual impulso de las reformas.
Destacó que la mayoría del potencial de crecimiento en México proviene del crecimiento en el mercado laboral y el capital, con un factor total de productividad (TFP por sus siglas en inglés) teniendo una pequeña contribución hasta ahora.
En un análisis, estimó el potencial del PIB de México en 2.9% en 2012, y a su interior, 1.25% proveniente del mercado laboral, 1.05% del capital, y sólo 0.6 por ciento del crecimiento del TFP.
Esto significa, agregó, que sólo alrededor del 20% del potencial de crecimiento proviene del TFP, el cual dependiendo de la muestra utilizada a veces muestra una contribución negativa a este indicador.
El especialista de BofAML precisó que esto difiere de otros mercados emergentes, donde la productividad contribuye más al crecimiento potencial.
Calculó que el crecimiento en TFP contribuye con cerca de 40% al potencial de crecimiento en los 10 principales mercados globales emergentes en 2012, excluyendo a Brasil y México.
No obstante, proyectó que el crecimiento potencial continuará en México, pues la contribución del mercado laboral aumentará en tanto siga el "boom" demográfico del país, ya que la parte más ancha de la pirámide demográfica se empleará por 15 años más.
Consideró que la mayoría de estas personas permanezca en México y, aunque sí prevé un alza en la migración debido a la recuperación del mercado de vivienda en Estados Unidos, estimó que la reciente reforma laboral también podría ayudar a atraer más personal al mercado laboral.
En tanto, dijo, la contribución de capital también se incrementará, tras el reciente anuncio del gobierno de un ambicioso programa de infraestructura y a que la inversión extranjera directa está al alza este año debido a las mejores perspectivas para la economía mexicana.
Comentó que estas perspectivas se basan en parte en que México está bien posicionado para un mayor crecimiento en Estados Unidos, y un ejemplo de ello es que el aumento en la demanda de automóviles en ese país ha incrementado las inversiones a largo plazo en la economía mexicana.
Anticipó que una mayor inversión pública provendrá de los recursos obtenidos del potencial de la reforma fiscal, y más inversión extranjera directa será atraída por la potencial reforma energética, aunque las cantidades dependen de los detalles de estos cambios estructurales, los cuales aún no están disponibles.
Capistrán señaló que donde más se puede ganar es en la productividad total de los factores, y pronosticó que su contribución al potencial también se incrementará impulsado por las reformas estructurales.
Destacó que las reformas que ya han sido aprobadas, incluyendo la laboral, educativa y telecomunicaciones (que comprende medidas para incrementar la competencia en todos los sectores), pretenden mejorar la productividad en diferentes niveles.
Lo mismo pasa, añadió, con la reforma financiera, la cual ya está siendo discutida en el Congreso, aunque subrayó que los efectos de estos cambios sobre la productividad tomarán tiempo y dependerán de su implementación.
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