Economía

Sectores vulnerables al vaivén del capital externo, conectados al mercado interno


 
Esteban Rojas H.
 
Una modificación en la dirección de los flujos de capital provenientes del exterior afectará de manera desigual a los sectores de la economía mexicana, y los más vulnerables son los orientados al mercado interno por su "adicción" al financiamiento del exterior y el hecho de que no son generadores netos de divisas.
 
En el segundo trimestre del año, el saldo del endeudamiento de empresas y personas físicas con actividad empresarial ascendió a la cifra histórica de 1.25 billones de pesos, equivalente a 95 mil 935 millones de dólares, de acuerdo con números reportados por Banco de México (Banxico).
 
De hecho, el endeudamiento del sector privado mexicano se ha disparado en términos relativos al representar 29.18 por ciento de la deuda total (interna y externa), que asciende a 4.28 billones de pesos. El restante 70 por ciento lo tienen instituciones financieras nacionales y los gobiernos (federal y estatales).
 
La creciente importancia del financiamiento del exterior no se ha dado de manera igual en todos los sectores de la actividad del sector privado; por consecuencia, los cambios esperados en los flujos de capital tendrán efectos diferenciados.
 
Los sectores con mayor dependencia del financiamiento externo, y por lo tanto los más expuestos a una reversión de capitales son: servicios y comercio con 29.81 por ciento de participación del débito foráneo; también productos alimenticios, bebidas y tabaco con 25.69 por ciento, y el de actividades diversas con 21.39 por ciento.
 
En tanto que los rubros en donde el crédito del exterior es menos relevante son: textiles, prendas de vestir e industria del cuero. Estas actividades no tiene ningún financiamiento foráneo, todo proviene de instituciones radicadas en el país o bien de capital propio.
 
Otras actividades con poca exposición al financiamiento del exterior son la industria metálica básica con apenas 2.39 por ciento, la de construcción con 5.50 por ciento y los sectores de productos metálicos, maquinaria y equipo con 6.56 por ciento.
 
La crisis inmobiliaria de Estados Unidos a finales de 2008, seguida del problema de deuda en Europa, generó un alud de capitales en busca de mejores alternativas de inversión, lo que fue aprovechado por naciones como México, especialmente por algunos sectores de la actividad económica del país.
 
Ante el posible cierre de las llaves crediticias del exterior, se plantea la necesidad de elaborar una estrategia de salida por parte de nuestro país, para evitar o suavizar posibles desequilibrios en los actuales esquemas de financiamiento.
 
Las empresas deberán buscar fórmulas para cubrir el hueco que dejará el retiro de capitales foráneos, o por lo menos la pérdida de dinamismo de éstos, reto del que deberán ser copartícipes las instituciones financieras que operan en el país.
 
El sector privado mexicano podría, entre otras cosas, tratar de disminuir sus riesgos ante fluctuaciones del tipo de cambio y de las tasas de interés, mediante los instrumentos disponibles en el mercado de derivados. Para evitar en la media de lo posible circunstancias difíciles como las ocurridas en el pasado.
 
 
 
 
 

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