Economía

Sector de bienes de capital, al borde de la desaparición


 
 
 
Isabel Becerril
 

En México el sector de bienes de capital, sobre todo, el integrado por las pequeñas firmas va hacia la desaparición y para muestra un botón: hace 12 años existían unas 2,600 empresas del giro y hoy sólo sobreviven 400; también se han perdido más de 50,000 empleos.
 

Carlos González Fitch, vicepresidente del Consejo de Bienes de Capital de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), señaló que el sector arrancó 2013 con nulas perspectivas de mejora y los pronósticos se han hecho realidad en los primeros 6 meses de este año, en los que se registró una caída de ventas de 30%.
 
La industria trabaja a 50% de su capacidad instalada y se encuentra en espera de que se reactive el gasto público y los proyectos de inversión del gobierno.
 
En entrevista con El Financiero, González Fitch aseveró que el sector vive uno de sus peores momentos, porque es difícil que las dependencias gubernamentales asignen proyectos a alguna industria mexicana del ramo.
 
Las dependencias continúan optando por los servicios de las empresas extranjeras y cuando una firma mexicana llega a ganar alguna licitación, se enfrenta al gran problema de que las secretarías o entidades públicas como Petróleos Mexicanos (Pemex) o la Compañía Federal de Electricidad (CFE), están retrasando los pagos.
 
Manifestó que en estos momentos más de una decena de empresas afiliadas a la Canacintra enfrentan el problema de que desde hace un año concluyeron el trabajo que ganaron al concursar en alguna licitación y la dependencia responsable no les ha pagado.
 
Anotó que Pemex es el organismo que más atrasa los pagos a sus proveedores y es la entidad descentralizada que menos toma en cuenta a la producción mexicana.
 
Además, los micronegocios enfrentan un sinnúmero de problemas como la escasez y el alto interés bancario por el financiamiento, los burocráticos trámites legales y fiscales, y el cumplimiento del pago de impuestos.
 
La industria de bienes de capital está integrada desde pequeños talleres que fabrican máquinas, herramientas sencillas, hasta grandes empresas que producen equipos especializados.
 
La Canacintra considera bienes de capital los productos de maquinaria, componentes y partes para maquinaria, bombas para recipientes a presión para procesos físico-químicos; equipo para el tratamiento y servicios del agua; moldes, troqueles, dispositivos y modelos para la fundición; maquinaria y equipo para la construcción y minería; instrumentación industrial y maquinaria e implementos agrícolas.
 
González Fitch alertó que conforme transcurre el tiempo, la economía mexicana depende más de la importación de maquinaria y equipo proveniente del exterior e insistió en que los grandes proyectos que realizan entidades como Pemex o CFE son adjudicados a compañías extranjeras que traen toda la tecnología de su país.
 
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en Pemex 46% de los contratos siguen adjudicándose sin licitación pública; y los estudios realizados a las empresas energéticas, revelan que los costos son de 10 a 35% superiores cuando los contratos se dan sin competencia.
 
En tanto, en la CFE 85% de las adquisiciones son realizadas por las oficinas regionales y solamente 15% por la central, lo que da lugar a problemas de gestión y racionalización.
 
Lo anterior contrasta con la práctica de empresas energéticas similares, en las que la descentralización se limita a situaciones en las que la unidad de adquisiciones debe estar físicamente cerca del área técnica.
 
González Fitch expuso que entre los requisitos que exigen las dependencias o entidades como la CFE, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o Pemex para participar en cualquier licitación, se encuentran demostrar que es una compañía solvente; estar al corriente en el pago de impuestos y contar con capacidad técnica para tener acceso a la licitación.
 
También piden, agregó, que la empresas esté dispuesta a depositar una fianza que garantice que cumplirá con el contrato, en caso de ganar la licitación, y asegurar que ofrece el mejor precio del mercado.
 
Si la licitación es de índole internacional, las empresas mexicanas deben cotizar su producto cuando mucho 10% por arriba del ofrecimiento realizado por la compañía extranjera, explicó.
 
 
 

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