Economía

Se mantendrán hidrocarburos como propiedad de la nación: Coldwell


 
 
Héctor A. Chávez Maya
 
 
La propuesta de reforma energética del gobierno federal considera una transformación de fondo para cumplir con los objetivos de crecimiento, y al mismo tiempo fomentar la competitividad del país, mediante precios y tarifas que reflejen mejoras en la productividad del sector energético, planteó Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía.
 
 

Aseguró que se mantendrá a los hidrocarburos como propiedad de la nación y se realizarán los cambios necesarios, tanto en el ámbito de la regulación de las entidades paraestatales como de los sectores energético y fiscal, para transformar a Pemex en una empresa pública de carácter productivo que se conserve como propiedad del Estado, pero con la capacidad de convertirse en una empresa competitiva mundialmente.
 
 

Las proyecciones a futuro indican que el consumo de energía seguirá creciendo a tasas constantes, mientras que la oferta puede llegar a caer por debajo de la demanda en 2016, "esto quiere decir que si no hacemos nada para cambiar, para ese año podríamos volvernos importadores netos, lo cual sería muy grave para la economía nacional y la seguridad energética del país", advirtió.
 
 

Al participar en el encuentro de legisladores de la Confederación Nacional Campesina (CNC), consideró que se requiere 'ser menos introspectivos y retrospectivos' en materia de energía y ponderar al sector en términos de las necesidades futuras e inmediatas en materia de producción y consumo sin dogmas ideológicos.
 
 

Señaló que los legisladores tendrán que analizar las iniciativas que mandarán esta semana el gobierno federal y las otras fuerzas políticas, lo que derivará en un debate y discusión que permita una transformación energética de fondo. Por su parte, Manlio Fabio Beltrones, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, reiteró el compromiso de su fracción de lograr una discusión de la reforma energética que ayude al campo mexicano.
 
 
Expuso que con la reforma energética que propondrá el gobierno se busca establecer el nuevo paradigma de que la energía sirva para el crecimiento y no sólo para la recaudación, pues se pretende la creación de empleos, mejorar los ingresos de los trabajadores y de los inversionistas, y a partir de ello tener un mejor presupuesto.
 
 

Advirtió que una reforma energética que no ayude a alcanzar productos que mejoren al campo mexicano será incompleta, pues el cambio energético debe servir para proveer de gas de calidad, en cantidad y oportunamente al campo mexicano para poder tener amoníaco, urea y con ello fertilizantes mucho más baratos a fin de generar mayor productividad.
 
 
El subsecretario de Gobernación, Francisco Solís, confió en que, ante las diversas iniciativas, se logre encontrar un justo medio y por la vía de las negociaciones la mejor reforma posible para el país.
 
 
"De lo que se trata es de acordar, pactar y hacer sobresalir aquello en que coinciden el gobierno y la principales fuerzas políticas del país, dejando de lado las diferencias. Creo que hay un espacio inusitado que debemos aprovechar todos para poder acordar las reformas que por décadas han quedado pendientes".
 
 
 
 
 
 

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